Santos Mirasierra, que fue detenido tras el partido de Liga de Campeones Atlético de Madrid-Marsella, se enfrenta a ocho años de prisión. La Fiscalía de Madrid solicita cuatro años de cárcel por el delito de desórdenes públicos, y la prohibición de entrada en los estadios de fútbol por un tiempo de tres años.
Además, pide otros cuatro años de prisión por el delito de atentado en concurso con un delito de lesiones y privación del derecho de sufragio durante la pena, además de dos meses de multa con cuota diaria de 20 euros por una falta de lesiones.
Los incidentes ocurridos durante el encuentro -que el Atlético ganó por dos goles a uno- llevaron a la UEFA a sancionar en un primer momento al club madrileño con la clausura de su estadio por dos partidos, castigo que posteriormente quedó reducido al uno de ellos -el del pasado 26 de noviembre ante el PSV- a puerta cerrada.
El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) confirmó el partido de sanción al estimar que el Atlético “cometió varias infracciones graves de seguridad durante el partido contra el Olympique, que permitieron que ocurrieran los incidentes”.
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