Aguirregabiria del Barrio, de 27 años, es un “alto responsable del aparato militar de la organización terrorista” que consiguió darse a la fuga, señala el texto difundido por las autoridades galas, junto a la grabación y a fotos de los dos identificados. En el lugar de los hechos fue detenido Joseba Fernández Aspurz.
En el vídeo se puede ver a los presuntos etarras cuando el pasado 15 de marzo por la mañana acudieron a un centro comercial Carrefour, de Villiers-en-Bière, al sureste de París, muy cerca de donde se produjo el tiroteo.
Según la versión de las autoridades francesas, antes de que se produjera el tiroteo en el que murió el agente francés, los dos identificados circulaban en dos vehículos, un Peugeot 307 negro y un Citroën C4 verde, acompañados de una mujer “de cabello claro, de entre 30 y 40 años”.
Para poder huir, agrega, utilizaron el citado Citroën verde y un Renault Espace azul claro.
Todos estos datos se recogen en el texto difundido por las autoridades francesas y van acompañados de un número de teléfono, que está operativo las 24 horas del día, y de una dirección electrónica para que los ciudadanos comuniquen cualquier “elemento de información susceptible de permitir la identificación y la localidad de los individuos” que aparecen en el vídeo.
Se trata de un llamamiento a la colaboración de cualquiera que pueda identificarlos o aportar información que ayude a los investigadores.
De momento, el único detenido, Joseba Fernández Aspurz, alias El Guindi, de 27 años, permanece en las dependencias de la Subdirección Antiterrorista (SDAT) en Levallois-Perret, al noroeste de París, a la espera de pasar a disposición judicial.
Allí puede permanecer hasta hoy a última hora de la tarde, que es cuando se cumplen cuatro días desde su arresto, el plazo máximo durante el cual puede ser interrogado por la Policía antes de su entrega a la Justicia.
Por lo que respecta a Arkaiz Aguirregabiria del Barrio, tiene en España una orden de busca y captura desde enero de 2008 acusado de un delito de violencia callejera.
La Policía mantiene la búsqueda de los otros seis que formaban parte del comando que, antes de matar a su primera víctima francesa, había estado vigilando el concesionario donde robó varios vehículos.
El gerente del establecimiento, Antoine de Sousa, explicó en una entrevista al periódico Le Parisien que “la víspera y el día del tiroteo por la mañana habíamos notado unas extrañas idas y venidas de coches delante del aparcamiento”.
A pocos metros, añade, la patrulla dirigida por Nérin intervino cuando vio a varias personas que llenaban los depósitos de unos coches con unos bidones en un descampado.
Allí se produjo el tiroteo que costó la vida al oficial de Policía, cuyo funeral se celebrará el próximo martes en un acto al que está previsto que asista el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
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