Un objetivo básico del programa de cría en cautividad de este felino, considerado el de mayor riesgo de extinción del planeta, era precisamente obtener un número suficiente de ejemplares para liberarlos en zonas seleccionadas y ampliar así los dos únicos territorios ocupados por el lince ibérico: Sierra Morena y Doñana.
Las primeras sueltas de linces nacidos en cautividad estaban previstas para este año, con ocho ejemplares que aumentarían a once a partir de 2011 para acumular 116 individuos antes de 2020.
Pero esta primera reintroducción parece comprometida tras comprobarse que la mayoría del medio centenar de linces repartidos por los centros de cría padece ERC, una patología que ha causado la muerte de "Ecológico", el 29 de diciembre de 2009; "Garfio", el 1 de febrero y "Cromo", el pasado 4 de marzo.
Esta situación se ha agravado porque en la actual temporada de cría en cautividad sólo han copulado ocho de las 27 hembras seleccionadas, repartidas en los centros de El Acebuche (Doñana), La Olivilla (Sierra Morena) el Zoobotánico de Jerez de la Frontera y Silves (Portugal), circunstancia que técnicos del programa de cría en cautividad explican por las malas condiciones meteorológicas o por la ERC.
Estos técnicos también han confirmado que, en contra de lo afirmado, la ERC sólo afecta a linces nacidos en cautividad y no a los ejemplares nacidos en la naturaleza chequeados.
La Junta de Andalucía comenzó a final del año pasado la primera reintroducción de linces, en fincas seleccionadas de la zona de Guadalmellato (Córdoba), iniciativa calificada de "experimental" y en la que se han utilizado ejemplares nacidos en la naturaleza.
Efe ha intentado, sin conseguirlo, conocer la opinión de los técnicos del programa de cría en cautividad del lince ibérico cuya responsable, Astrid Vargas, lleva varias semanas en "excedencia".
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