La crisis y los efectos que las medidas del Gobierno central están teniendo en la política económica del Ejecutivo autonómico eran ayer el centro de atención de la sesión de control al presidente andaluz, pero todo se centró finalmente en el desplante de Griñán a Arenas cuando éste pretendía entregarle sus 103 medidas -en papel satinado- contra la crisis a pesar de que el jefe del Ejecutivo había incluso anunciado que lo recibiría en su despacho tras las preguntas parlamentarias.
Entre cruces de cifras, acusaciones de gastos y defensas de políticas, Arenas le había echado en cara a Griñán que no le hubiera recibido aún, poniéndole como única condición que no hubiera foto del encuentro, porque lo que quería eran “soluciones”. Para el presidente, ayer era la primera vez que se lo pedía formalmente y no a través de los medios de comunicación, por lo que le invitaba a una reunión tras la sesión de control. Arenas prefirió anunciarle que lo que haría sería dejarle el documento de sus medidas en su escaño, una fotografía que el presidente andaluz quiso evitar abandonando el escaño de forma precipitada, desplante que se completó con una bronca entre diputados de uno y otro partido.
“No puede ser que diga que no quiere foto, yo le cite en el despacho y lo primero que haga sea intentar dejar un papel en mi escaño. Eso no es serio”, explicaba el presidente andaluz, que intentó rebajar el efecto negativo de su desplante convocando no solamente al jefe de la oposición, sino también a Diego Valderas, de IU, al que fue a buscar la propia consejera de Economía y Hacienda, puesto que estaba ocupado realizando una entrevista con el Grupo Información.
Finalmente, la reunión entre el presidente andaluz y Javier Arenas se produjo, sin fotografía, para tratar de comenzar una nueva ronda de consultas y acercar posturas sobre las medidas anticrisis. Arenas tachaba de “cordial” el encuentro, afirmó que Griñán “se sonrió” cuando le preguntó por el incidente del pleno, pero no exigió disculpas, algo que sí pidió en la tribuna su portavoz parlamentaria, Esperanza Oña. De hecho, el desplante de Griñán se convirtió en otro de los tantos temas de confrontación en el Pleno, arreciando el PP -y también IU- en sus críticas a las formas del presidente -soberbio, fue el adjetivo más utilizado- y cuestionando el PSOE -y también IU- el “número propagandístico” de los populares.
Formas vs contenido
Dejando al margen la forma de hacer y ejercer política -con episodios cada vez más habituales en el Parlamento andaluz-, de fondo y de contenido la consejera de Economía y Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, ya ha anunciado que el próximo miércoles intentará cerrar el primer encuentro con los líderes de la oposición -se iniciará con el PP- para aportar documentación y cerrar la metodología, para seguir con las negociaciones tras el Congreso del PSOE-A y consensuar medidas contra la crisis económica.
IU, según Diego Valderas, presentará cien medidas para atajar la crisis, tres menos que el documento que aportará el PP y que ayer fue rechazado en el Parlamento, donde se debatía como proposición no de Ley. Por su parte, la Junta incluirá el programa Andalucía Sostenible, las 451 medidas del Acuerdo de Concertación Social y las quince (fiscales, liquidez para pymes, rehabilitación y de formación) que presentó Griñán hace quince días.
El presidente sí que dejó claro ayer que es escéptico de cara a llegar a un acuerdo con un PP que califica de “empanada mental” las medidas de la Junta. “Parece que sin ganar las elecciones se pretende que se ejecute el programa electoral del PP-A. Pero eso no va a ser así, la iniciativa la tenemos nosotros y la vamos a seguir teniendo nosotros”, apuntaba.
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