Seguía en la Alcaldía, en contacto con los problemas de su pueblo, ordenando a los concejales e interesándose por la vida pública.
Pero ese 1 de marzo, en plenos carnavales en San Roque casco, después de haberse celebrado el Día de Andalucía, la noticia era transmitida por la familia al, en ese momento, alcalde accidental, José Antonio Ledesma, que sin dilación difundió la noticia a concejales, trabajadores municipales y amigos del fallecido.
El alcalde falleció a las 1.05 horas en el Hospital Clínico Universitario de Málaga, donde estaba ingresado, a causa de una parada cardiaca, y no por motivos directos de su enfermedad. El alcalde se estaba recuperando de un cáncer y murió con total serenidad, sin ningún sufrimiento y rodeado de su familia, como él quería.
Tras su fallecimiento, rápidamente la maquinaria municipal se puso a funcionar. El alcalde accidental ordenó, nada más conocer la noticia, la suspensión de todos los actos oficiales (como los actos de Carnaval, el Pleno ordinario del día siguiente...), y se decretaron tres días de luto oficial.
Desde primeras horas de la mañana, las banderas de los edificios municipales ondearon a media asta o llevaban crespones negros.
Con la autorización expresa de la familia y por deseo de la Corporación municipal, quedó instalada una capilla ardiente del alcalde en la primera planta del Palacio de los Gobernadores. Cientos de personas, entre los que se encontraban políticos de todo signo, acudieron a San Roque a dar el último adiós al alcalde luchador, al buen hombre, al trabajador nato, al hombre comprometido con San Roque desde el principio.
Muestras de cariño
Cientos de sanroqueños y numerosas personalidades de la política y de los mundos empresarial, asociativo y cultural de la comarca se acercaron a lo largo del domingo al Palacio de los Gobernadores a transmitir su pésame a la familia del alcalde, José Vázquez, y a mostrar sus respetos en la capilla ardiente del primer edil.
Por la tarde, la Corporación Municipal de San Roque rindió un homenaje ante el féretro de su alcalde, José Vázquez, en la capilla ardiente del Palacio de los Gobernadores.
Todos los ediles, con su medalla corporativa, rodearon en un profundo silencio el ataúd con los restos de José Vázquez, cubierto con la bandera de San Roque y con el bastón de mando de la ciudad, y rodeado de más de medio centenar de coronas y ramos de flores. Les acompañaban algunas personas que en esos momentos se encontraban en el interior de la Capilla Ardiente mostrando sus respetos a la primera autoridad municipal.
Para mantener en lo posible el acto dentro del protocolo municipal, los dos policías locales con traje de paseo que durante toda la mañana custodiaron la puerta de la capilla, cerraron las puertas durante unos minutos.
La edil Rosa Macías leyó un mensaje dirigido al alcalde: “Toda la Corporación, aquí reunida, en este sencillo acto, queremos agradecerte muchas cosas, porque han sido muchas las lecciones que nos has dado en todos tus años de política activa y comprometida con tu pueblo y con tus ideales.
Salvando todas las discrepancias políticas que pudiera haber, creo que todos los aquí presentes te respetábamos; admirábamos tus cualidades, honradez y honestidad; y elogiábamos tu compromiso inquebrantable por San Roque”.
Los ediles y las personas que se encontraban en el interior de la Capilla Ardiente guardaron 5 minutos de silencio, tras el que un sonoro aplauso dio por finalizado el acto protocolario.
Al día siguiente, lunes 2 de marzo, sobre las 11.30 de la mañana, el alcalde de San Roque, José Vázquez, recibió sepultura en el Cementerio de San Miguel. Estuvo acompañado de sus familiares, compañeros de Corporación y casi un millar de ciudadanos. Antes, sobre las 10.05, el féretro con los restos mortales del alcalde salieron del Palacio de los Gobernadores por la calle Rubín de Celis a hombros de amigos y compañeros de Corporación y cubiertos con la bandera de San Roque.
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