Instituciones Penitenciarias admitió ayer a Efe que en la fuga de dos presos de la cárcel de Sevilla-1 "han fallado numerosos elementos de seguridad", tanto mecánicos como humanos, y agregó que se exigirán "responsabilidades" cuando concluya la investigación "exhaustiva" que se está realizando.
Diversas fuentes confirmaron a Efe que los presos huyeron después de hacer un agujero en el muro de la celda tras quitar el espejo metálico que hay sobre el lavabo y romper una pequeña puerta por la que acceden los fontaneros a las tuberías.
Por ese hueco salió al pasillo uno de los presos, el marroquí M. L. E, de 22 años, que "debe ser un fideo" porque el hueco era muy pequeño, precisaron las fuentes.
Desde ese pasillo, el marroquí forzó por el exterior la cerradura de la celda para que pudiera salir su compañero, R. H. C., natural de Córdoba y de 28 años, y entre ambos cogieron un somier para romper una ventana que hay al final del pasillo.
A partir de ahí, falta por confirmar el recorrido que hicieron ambos presos, aunque la hipótesis defendida por fuentes próximas a los funcionarios de prisiones es que desde la ventana subieron un piso hasta el techo de la nave del módulo de presos preventivos.
Por encima de la nave habrían recorrido todo el módulo hasta bajar por la zona de las cocinas, cruzar un patio grande y subir un muro que tiene alambres espinados denominados "concertinas", según las mismas fuentes de los funcionarios.
Todas las fuentes sí coinciden en que en esos alambres se han encontrado dos prendas de abrigo con las que los presos habrían evitado causarse heridas.
Tras superar la valla, los presos habrían llegado hasta el aparcamiento de vehículos de los funcionarios, luego a la colindante Unidad de Madres de la prisión y por último a una pequeña carretera en la que les estaría esperando un vehículo para completar la fuga.
Instituciones Penitenciarias señaló que la secretaría general determinará los puntos de seguridad que han fallado y por qué se produjeron los fallos.
Sin éxito aún en las búsqueda
La Guardia Civil no ha tenido éxito hasta el momento en el dispositivo desplegado para localizar a los presos, y un portavoz ha señalado a Efe que han resultado "falsas alarmas" las llamadas que han recibido de particulares informando de la supuesta ubicación de los fugados.
Las fuentes han confirmado que el dispositivo puesto en marcha para la detención de ambos consiste en la intensificación de los controles de las patrullas en todo el territorio nacional, así como en las fronteras de España con Portugal, Francia y África.
Instituciones Penitenciarias recordó que la última fuga de la cárcel Sevilla-1, inaugurada en 1989, se produjo en 2001, aunque en aquella ocasión un guardia civil que estaba en una de las garitas del perímetro del recinto lo vio aunque no pudo detenerlo.
En el módulo en el que estaban los presos había la noche de la fuga, la comprendida entre el 3 al 4 de febrero, 50 internos repartidos en 44 celdas, y los funcionarios advirtieron su falta en el recuento de las 7.45 horas de ayer, ya que la noche anterior a las 21.30 horas se encontraban en su celda.
Tras la fuga, Instituciones Penitenciarias ordenó que los funcionarios hagan con mayor frecuencia las rondas nocturnas a los presos.
El marroquí huido cumple una condena de 3 años y 6 meses por un delito de robo con violencia y se encontraba en prisión preventiva por otro robo, mientras que el cordobés es un conocido delincuente que presuntamente asesinó a un hombre en una reyerta en Bujalance (Córdoba) en noviembre de 2008 cuando estaba huido de la justicia tras un permiso penitenciario que le habían concedido en 2006.
Instituciones Penitenciarias, que calificó la fuga como "grave", afirmó que en la cárcel Sevilla-1, que alberga a 1.377 internos, hay un preso de ETA y dos de los GRAPO, aunque ninguno de ellos en el módulo en el que estaban los dos fugados.
Cuatro inspectores visitan la cárcel
Mientras, hasta cuatro inspectores pertenecientes a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias se despalzaron hasta la cárcel de Sevilla I para interrogar a varios funcionarios y presos al objeto de analizar las circunstancias de la huida, observar qué fallos pudo haber en las medidas de seguridad pasivas, y, en su caso, depurar responsabilidades.
En este sentido, fuentes penitenciarias informaron de que en torno a las 9,00 horas de ayer llegaron a la prisión sevillana un total de cuatro inspectores, que han tomado declaración a dos funcionarios, a un jefe de servicio y a varios presos del módulo 7 de preventivos, todo ello tras la orden recibida a este respecto por Instituciones Penitenciarias.
Sobre la huida, la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) apuntó que, debido a las reformas realizadas en las celdas del módulo siete o de preventivos, los internos, que se encontraban en la misma celda, "pudieron con suma facilidad quitar un par de ladrillos que les dieron acceso a la mampara donde se encuentran el registro de electricidad y fontanería de la celda, forzando la puerta de la mampara para conseguir acceder a la galería de las celdas".
Desde este punto se dirigieron a la ventana de la galería, "que por cierto es de hierro dulce de los años 80 y que se encuentra apenas a dos metros del suelo". Dicha ventana no fue impedimento alguno para "que consiguieran reventarla y salir al exterior", donde "en ningún momento los dispositivos de seguridad perimetrales del recinto funcionaron".
"Al parecer se encontraban apagados o simplemente no funcionan, como suele ser frecuente", criticó el sindicato, que además advirtió de que "las rondas nocturnas realizadas por parte de los funcionarios no pudieron impedir la fuga, ya que en la noche de ayer el ruido ensordecedor de la lluvia sobre el tejado de chapa del módulo impedía escuchar absolutamente nada".
Además, según Acaip, "no existe ninguna cámara de vigilancia interna dentro del recinto y las únicas que existen son las perimetrales, que en este caso, ni siquiera han funcionado". Por eso, lamentó que en la gestión de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias "prime el gasto en eventos, tratamiento, salidas o terapéuticas, en lugar de destinarlo a mas seguridad tanto técnica como en estructuras".
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