La organización humanitaria española ocuparía el segundo lugar en donaciones del movimiento internacional de la Cruz y Media Luna Roja si se tiene en cuenta el número de habitantes del país, en cuyo caso se situaría por encima de la estadounidense.
Cruz Roja Española recibió ochenta millones de euros de empresas y particulares para paliar los efectos del huracán Mitch (en 1998) y cuarenta millones con ocasión del tsunami del sudeste asiático (2004).
En rueda de prensa para exponer la labor de Cruz Roja en Haití cuando se cumplen tres semanas del terremoto de enero, Suárez del Toro ha informado de que hasta hoy está cubierto el 74% de los 71 millones que pidió la Federación Internacional para dar la respuesta de emergencia.
Por lo tanto, “hay muchas posibilidades” de que se alcance el objetivo.
La catástrofe de Haití ha significado para Cruz Roja “la mayor operación humanitaria” jamás emprendida y la mayor concentración de ayuda en un único país.
Actualmente presta atención diaria a alrededor de 4.000 haitianos y distribuye 60.000 litros de agua al día; el 75% de todo el agua que provee la organización humanitaria corresponde a la delegación española.
Ayer mismo, añadió Suárez del Toro, la Federación Internacional recibió el encargo de la Oficina de Ayuda Humanitaria de las Naciones Unidas de responsabilizarse del ámbito del refugio, la primera vivienda, casas modulares, etcétera.
Ya se están fabricando las primeras estructuras de viviendas provisionales –en total 600– para su envío a Haití, donde serán completadas con material local; el objetivo es tenerlas instaladas en 45 días.
Hasta la fecha, Cruz Roja Española ha enviado 129 toneladas de ayuda y 43 delegados a la zona del desastre, cuatro Unidades de Respuesta en Emergencia, así como cinco aviones con ayuda, uno más gracias a la ONG Mano a Mano (integrada por personal de Iberia) y, previsiblemente, se flete mañana sábado un séptimo aparato.
Tras la fase de emergencia, que durará entre seis meses y un año, el objetivo será la rehabilitación, la reconstrucción y el fortalecimiento institucional y económico.
Esta última fase se prolongará, al menos, durante seis años y ya hay diseñada una cartera de proyectos, ha agregado Suárez del Toro, que ha subrayado la extrema dificultad para trabajar sobre el terreno, aunque esta es siempre una de las “características” de las emergencias.
En su conjunto, la ayuda del Movimiento Internacional de Cruz Roja está llegando a cerca de 220.000 haitianos.
Reclaman cambios en la estrategia
El jefe de la misión de la ONU en Haití (Minustah), el guatemalteco Edmond Mulet, considera que la comunidad internacional debe cambiar su forma de trabajar en este país y advirtió de que hay que dar una respuesta a dos millones de personas sin casa antes de que lleguen las lluvias.
“Llegó el momento de cambiar la forma de trabajar en Haiti (...) esperemos que esta sacudida también despierte la conciencia de los haitianos para que asuman sus responsabilidades”, indicó en una entrevista con Efe Mulet, nombrado al frente del Minustah tras el terremoto del pasado día 12 de enero, que se cobró al menos 200.000 vidas.
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