La dirección del colegio Agustín Gericó de Zaragoza, al que asiste Saray, la niña de 10 años que intentó suicidarse tras sufrir un supuesto caso de acoso por parte de sus compañeras, ha pedido a todos los implicados en el caso "prudencia y respeto" para que las investigaciones abiertas puedan continuar y para que el centro pueda volver a la normalidad.
En un nuevo comunicado hecho público este miércoles por el centro concertado, la dirección recalca la necesidad de dejar hacer su trabajo a los órganos que dirigen las investigaciones para que, "dentro de lo posible", el colegio recupere "el clima de serenidad necesario en todo comienzo de curso".
Entretanto, la dirección recalca que no escatimará esfuerzos para esclarecer lo sucedido.
La dirección y el profesorado del centro expresan a la familia de la alumna, ingresada en el hospital con diversas fracturas y contusiones, "todo su apoyo" en estos difíciles momentos, "con el deseo de su pronta recuperación".
Reconocen que todos los alumnos y alumnas del centro son "muy importantes" y que situaciones como las del intento de suicidio de Saray les afectan "profundamente".
Por eso harán, aseguran, todo lo que esté en sus manos para acompañar a la niña, esclarecer los hechos "cuanto antes" y poder tomar todas las medidas "que sean necesarias", para lo que están en contacto permanente con el Servicio Provincial de Educación del Gobierno de Aragón y con el Grupo de Menores de la Policía Nacional, que llevan a cabo dos investigaciones paralelas.
Desde el colegio insisten en que desde que Saray se escolarizó, en enero de 2022, el profesorado, "y especialmente su tutora", han velado "por su mejor integración", y han prestado "la ayuda necesaria para que pudiera adaptarse al sistema educativo español".
El centro ha puesto a disposición del alumnado el Departamento de Orientación, "que desde el primer momento, está en coordinación con los tutores y tutoras de cada curso para trabajar con ellos la gestión de sus sentimientos y emociones ante lo ocurrido".
"Nuestro compromiso siempre ha sido y es erradicar cualquier actuación, del tipo que sea, que atente contra nuestros alumnos o alumnas, así como buscar su bienestar", concluyen desde el colegio.
La niña se tiró desde un cuarto piso de una vivienda ubicada en el barrio de San José de la capital aragonesa y quedó tendida sobre el suelo con lesiones de carácter grave, fractura de cadera y contusiones diversas de las que evoluciona favorablemente en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza.
El suceso se produjo a primeras horas de la tarde del pasado viernes, poco después de salir del colegio y en su segundo día de clases después de las vacaciones, mientras su madre, que le había ido a buscar al centro, compraba comida en un establecimiento cercano.
La menor dejó a sus padres una carta de despedida relatando que se le hacía difícil soportar las continuas humillaciones e insultos que recibía de sus compañeras y que, incluso, envió un mensaje de despedida a su abuela, que reside en Colombia, ya que la familia procede de ese país.
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