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Jerez

Ortega Cano clausura el IV Otoño Taurino Villa de Los Barrios

Estuvo cumbre en su charla

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  • José Ortega Cano. -
La clausura del IV Otoño Taurino de la Villa de Los Barrios se celebró el pasado viernes 28 a las 20.00 horas,  interviniendo el maestro del toreo José Ortega Cano.  La sala La Montera, situada en la plaza de toros, se encontraba hasta las escaleras de aficionados y profesionales del mundo del toro, no sólo de la comarca sino de Andalucía.

Y entre los asistentes se encontraba el alcalde de la Villa, Alonso Rojas, eje principal de este evento taurino, tan necesario para el fomento de la Fiesta.

Entrada triunfal
A la hora prevista, en una noche invernal con lluvia y vientos huracanados, se presentó el maestro impecablemente vestido entre el clasicismo y la bohemia, luciendo un aspecto inmejorable tanto física como anímicamente.

Y muestra de ello es que, al entrar en la sala, acompañado por la máxima autoridad local, se despojó de su largo y elegante abrigo echándoselo a la espalda muy toreramente con un clasicismo de épocas añejas, arrastrándolo como si de un capote se tratara en la vuelta al ruedo de algunas de sus tardes de gloria.

Recogiendo sonriente y guapamente la ovación del público que, puesto en pie, lo recibió con admiración, respeto y cariño.

Hombre, hijo, esposo y padre
Finalizado el majestuoso paseíllo hasta la mesa de oradores, tras saludar al respetable, ya acomodado entró en materia. Y si en otras ocasiones, debido a diversas circunstancias, no me gustó su forma de estar y ser, en esta ocasión estuvo en todo momento en maestro del toreo, sacando la grandeza y humanidad que lleva en sus tripas, desgranando sus alegrías, penas y sinsabores que le ha tocado vivir.

Y, con la magia propia de la blanca paloma de Alberti en plena libertad, acariciada la templanza del maestro por los duendes, dijo poética y profundamente, entre otras cosas: “Me encanta estar aquí en esta tierra, que me hace recordar muchas vivencias de mi vida. Y con mi mujer Rocío, a la que le tributaron en Algeciras un emotivo homenaje. Pensaba que la sonrisa y el estado anímico no iban a aparecer. Porque no le veía luz y ni esperanza a esa sonrisa, pero intento mantener el recuerdo vivo.  En cierta ocasión le dije, --Rocío a ti no te tumba ni un misil y ni dos--, pero la tumbó una cosa muy pequeñita con mucha guasa”.

Tuvo palabras emocionantísimas recordando a sus padres, diciendo: “Vengo de una familia humilde de mujeres que levantaron a España con su trabajo y esfuerzo. Mi padre fue vendedor ambulante. Yo vendí de todo por las bocas de los metros y quise ser frutero. Y lo que es la vida, este año posiblemente dé las campanadas en la Puerta del Sol, con una famosa actriz en una televisión”.

El maestro del toreo
Sobre su profesión, comenzó desde sus raíces teniendo palabras de recuerdo hacia el banderillero Miguel Muñoz, diciendo de él: “Fue muy importante en mi vida, tanto en lo personal como en torero. Ya que él me aconsejó mucho y bien. Y en cierta ocasión me dijo -tienes que andar en la calle en torero--. Es muy importante llevar el paso a compás, ya que el toreo es eterno. Y por mucho que ataquen a la Fiesta no acabarán con ella porque tiene vida eterna, porque es un arte único”.

Posteriormente, habló de sus comienzos en los espectáculos cómicos taurinos, del toro Velador que indultó en Madrid, de la ganadería de Victorino Martín, y del Olivenza, indicando que: “Era un torero de sufrir y luchar para conseguir estar en todo lo alto. A veces se torea con el corazón y con la cabeza. Pero hay que pegar pellizcos para que la gente vea que sólo lo pueden pegar unos cuantos”.

Reconocimiento a Miguelín
Posteriormente, habló del sentimiento, de la personalidad, teniendo palabras de recuerdo hacia Miguel Mateo Miguelín: “Fue un torero que la primera vez que lo vi me rompió los esquemas, porque era un monstruo y parecía que hipnotizaba a los toros con sus facultades y maestría”.

Y, entre las grandes figuras más que recordó, fueron Belmonte, Pepe Luis Vázquez, Domingo Ortega, Manolete, Ordóñez, Paco Ojeda, Curro Romero, Paula y Morante de la Puebla, diciendo de cada uno de ellos sus importantes características. También citó a Perera por la gran temporada realizada este año.

Reapariciones
Se hizo una autocrítica honesta y sincera al reconocer: “Me empeñé torear sin estar anímicamente y ni físicamente preparado y empañé mi vida de torero. Sin embargo, Pero Pedro Chicote vino a visitarme a mi casa y me metió en la muleta bien metido, porque me habló en torero, muy diferentemente a lo que antes había tenido. Y esa es la causa de seguir toreando la próxima temporada”.

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