El accidente se produjo cuando la detenida realizó la maniobra de marcha atrás para salir del aparcamiento e incorporarse a la carretera, justo en el momento en el que pasaba un autobús con el que chocó lateralmente, informó ayer la Guardia Civil.
Cuando los agentes llegaron al lugar del accidente, que sólo ocasionó daños materiales al turismo, observaron que la conductora del vehículo presentaba síntomas de conducir en estado ebrio, lo que corroboró la prueba de alcoholemia, que arrojó una tasa de alcohol por litro de aire de 0,67.
La mujer intentó realizar hasta en cinco ocasiones una segunda prueba sin éxito debido a su estado.
Durante este mes la Guardia Civil de Granada ha puesto a disposición judicial a once personas por conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas, tres de ellos después de que se vieran implicados en accidentes de tráfico.
El accidente más grave en el que se ha visto implicado un conductor ebrio ocurrió el pasado día 12 en el kilómetro 2,200 de la carretera A-395, que une Granada con Sierra Nevada, y en el que seis personas resultaron heridas leves y cuatro vehículos dañados.
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