La elección de Macarena Olona como candidata de Vox en Andalucía abre la incógnita sobre si será un revulsivo para que esta formación aumente los buenos resultados de las encuestas o si supondrá un efecto llamada para los votantes de izquierda, ya que estos partidos alentarán el miedo a su posible entrada en el Gobierno.
Vox sube su apuesta en Andalucía, a pesar de las dudas de las últimas semanas, y se decanta por designar para las elecciones del 19 de junio a una de sus principales caras a nivel nacional, con especial peso en el Congreso, con el objetivo de entrar en San Telmo.
El perfil duro de Olona lo promociona continuamente Vox, contrasta con la marca moderada que siempre quiere trasladar el popular Juanma Moreno, y da al PSOE un importante argumento para intentar movilizar a las 400.000 personas que se quedaron en casa en 2018.
Los populares saben que la marca de Vox está fuerte y prevén que obtenga un buen resultado, independientemente del candidato, ya que consideran que los votos se dirigen directamente a Santiago Abascal.
La elección de Olona motivará más al electorado de Vox, pero en el PP creen que esos votantes ya tenían previsto apoyar a esta formación. La alicantina, que es diputada en el Congreso por Granada pero nunca ha vivido en Andalucía, lleva meses de precampaña en la comunidad, sobre todo en Sevilla, en actos con éxito de simpatizantes.
Moreno intenta jugar sus cartas para que esa designación, a priori preocupante para su partido, se torne en una oportunidad, dejando ver a los andaluces que la única opción moderada para mantener el cambio en Andalucía es que él obtenga una mayoría amplia, sin Vox.
En el PP saben que un gobierno bipartito con Vox pondría en apuros la marca que han construido esta legislatura y a la que el acuerdo parlamentario con ellos no ha hecho una gran mella.
El PSOE-A y su líder, Juan Espadas, ven una oportunidad de oro para intentar movilizar a su electorado, aunque las encuestas reflejan que no levantaría el vuelo. Los socialistas alertan de que la opción es la de "Olona-Bonilla", por el hipotético pacto que tendrían que cerrar.
El miedo a Vox de la pasada campaña electoral, que no le fue bien a Susana Díaz, evolucionará ahora al "miedo a Olona". En esa postura estarán también los partidos a la izquierda del PSOE, si llegan a cerrar la coalición que tienen entre manos desde hace meses.
El vicepresidente andaluz y líder de Ciudadanos, Juan Marín, también ha puesto a Vox como objetivo para intentar acaparar el máximo voto posible entre quien prefiera una opción de centro-derecha. Con Olona tendrá un argumento más para advertir del "peligro" de los extremos.
Olona, que se autodenomina "Macarena de Graná", llega a Andalucía con el objetivo puesto en San Telmo, justo el día en que una encuesta refleja que Moreno casi rozaría la mayoría absoluta. El presidente andaluz ya ha puesto a los suyos a trabajar para evitar "acuerdos innecesarios".
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
