Cádiz

Turquía excarcela al terrorista Ali Agca

Mehmed Ali Agca, el terrorista turco que atentó contra el Papa Juan Pablo II en 1981, y que será excarcelado el lunes, nació en un suburbio de la provincia turca de Malatia en 1958, en el seno de una familia humilde.

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Mehmed Ali Agca, el terrorista turco que atentó contra el Papa Juan Pablo II en 1981, y que será excarcelado el lunes, nació en un suburbio de la provincia turca de Malatia en 1958, en el seno de una familia humilde.

Agca, que de niño se ganaba la vida vendiendo agua y recogiendo restos de carbón en las estaciones de trenes, estuvo posteriormente vinculado a organizaciones turcas de extrema derecha, como los Lobos Grises, dependiente del partido turco Movimiento Nacional organizado por el coronel Aspaslan Turkes, de donde pasó a formar parte de grupos terroristas palestinos.

Después de cometer varios delitos en Malatia se fue a Estambul, donde con documentos falsos se matriculó para realizar estudios superiores.

El 1 de febrero de 1979 se le atribuyó el asesinato del periodista liberal turco Abdi Ipekci, director del diario Milliet. Agca, que al parecer había recibido el encargo de su partido, y fue detenido por ello.

Poco después reconoció su culpa, pero el 23 de noviembre de ese año, y antes de que se dictara sentencia de muerte en rebeldía, se fugó de la cárcel de Kartal Maltepe, al sudeste de Estambul, el centro penitenciario más seguro de Turquía.

A principios de julio de 1980 atravesó Bulgaria huyendo de la justicia turca; lo hizo con pasaporte falso y viajó a la República Federal de Alemania, Italia, Suiza, España y Túnez, para llegar finalmente a la plaza de San Pedro, en el Vaticano.

Allí, el 13 de mayo de 1981, fue el autor de los disparos efectuados con una pistola Browning de nueve milímetros que hirieron de gravedad al Papa Juan Pablo II, cuando éste se disponía a dar la audiencia general de los miércoles.

Agca fue detenido y, además del arma, se halló en su bolsillo una nota escrita en turco que decía: “Yo, Agca, he matado al Papa para que el mundo pueda saber que hay miles de víctimas del imperialismo”.

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