Vamos a descubrir algunas de las maravillas que dan fama a Jerez: la gastronomía, los vinos, la cultura, la música y la gente.. y lo vamos a hacer conociendo sus famosos Tabancos.
¿Qué es un tabanco?
Eran pequeños despachos de vinos que se han ido reformulando para ser lugares genuinos y muy entrañables llenos de anécdotas, calor humano y sabor.
En su origen, los tabancos eran humildes y austeros, albero sobre solería en el mejor de los casos. Pero hoy en día se han transformado, convirtiéndose en tendencia y un reclamo para el turista. Son locales de culto para amantes de los sabores auténticos. Aromas de cocina casera con platos de vanguardia, regados con buenísimos vinos como son los de Jerez.
Llama la atención el carácter romántico de estos Tabancos, que luchan porque no se pierdan esos rasgos culturales tan distintivos de la ciudad de Jerez.
Los tabancos de Jerez
En el caso de Antonio Ramírez, al tener conocimiento que había cerrado el tabanco “el Pasaje”, cuya apertura data del 1925, se lió la manta a la cabeza y retomó el local. Él también es el presidente de la Asociación de Tabancos Históricos, y al preguntarle sobre los tabancos, nos comenta que se caracterizaban por “tener un cachón de botas de vino, despachar desde esas botas, no tener cocina (o casi no) y una barra”
Otro de los Tabancos de referencia es el tabanco las Banderillas, famosísimo por un rabo de toro y su ambiente y decoración taurinas.
Una maravilla estos templos de alegría y buen vivir. Esas paredes llenas de fotos, carteles de toros y recortes de prensa.. de historia y sonrisas. Y es que los Tabancos son locales que han atrapado en el tiempo entre sus botas muchas anécdotas y aromas a buenos guisos. Y lo mejor: su gente.
Y es que se puede ir paseando del Tabanco las Banderillas al Tabanco San Pablo, situados a pocos metros el uno del otro.
El Tabanco San Pablo, se fundó en 1935 y desde entonces una misma familia lo regenta.
Una maravilla entrar en esa penumbra que inspira sosiego, vislumbrándose al fondo unas maravillosas criaderas y soleras llenas de vino de Jerez.
Jesús Muñoz, comenzó a regentarlo en los 90, añadiendo a esos vinos unas chacinas y tortilla de su madre. El resultado es un precioso local lleno de solera y ambiente, con parroquianos de todos los colores.
Para cerrar este viaje, vamos a citar a Cervantes que habla sobre los tabancos en un poema de su libro "Viaje del Parnaso", al mencionar a la Gitanilla:
Nunca se inclina, o sirve a la canalla /
trobadora , maligna y trafalmeja /
Que en lo que mas ignora , menos calla. /
Hay otra falsa , ansiosa , torpe y vieja ,/
Amiga de sonaja y morteruelo, /
Que ni tabanco , ni taberna deja
Si te ha interesado el tema, no te pierdas el próximo sábado 12 de Marzo, a las 3:30 y 9:30 de la noche el reportaje. Pueden seguirme también en instagram @comerdelujo. Gracias por estar ahí!
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