“Solo somos conscientes del 1% de las decisiones que tomamos y el resto, que conforman el 99% de las disquisiciones a las que nos enfrentamos en el día a día, son automáticas”.
Así lo afirma el director general de la institución académica Formación Universitaria Ignacio Campoy, al referirse a la toma de decisiones en el ámbito empresarial.
Cuando se trata de elegir entre diferentes opciones, no siempre resulta fácil hacerlo pero lejos de pensar que nos tomamos esta tarea con un enfoque reflexivo y meditado, muchas veces lo hacemos como un acto mecanizado.
Esto nos hace plantearnos la siguiente pregunta, ¿qué tiene entonces que tener en cuenta el líder de una empresa o equipo a la hora de decidir?. Hemos conversado con Ignacio Campoy sobre esta y otras cuestiones para intentar averiguarlo.
Tomar decisiones no siempre es fácil, pero lo que sí es cierto es que optar por una opción u otra no siempre resulta fruto de un acto meditado, ¿esto es así?
Efectivamente, la toma de decisiones es ante todo un proceso, pero lejos de pensar que este es siempre fruto de la reflexión pausada y meditada, tenemos que decir que, a veces, resulta todo lo contrario. Elegir entre diferentes alternativas, ante un problema o entre una situación actual o futura, es una tarea a la que se enfrenta el líder empresarial en todo momento y que es muchas veces automatizada. Y más aún, estas decisiones, cuando son llevadas a la praxis de manera individual, son influidas por el comportamiento y la personalidad dominante del líder en cuestión. Así es que no es nada sencillo.
Por tanto se desprende de lo que dice que a la hora de tomar decisiones no podemos dejar de tener en cuenta los comportamientos de personalidad existentes…
Decidir significa asumir una determinación definitiva sobre algún asunto y por eso la personalidad del que decide influye sobre dicha determinación. Existen cuatro estilos principales a la hora de tomar decisiones, dos de ellos orientados a las tareas y otros dos orientados a las personas, y esto significa que no todos “ponemos el foco” en lo mismo.
Hablemos de los dos estilos orientados a las tareas.
Estos estilos son propios de los líderes con perfiles comportamentales dominantes, Dominancia (D) / Concienzudo (C). Prefieren tomar las decisiones yendo directamente a la tarea, al objetivo, a la meta. Son capaces de tomar las decisiones más impopulares, las más difíciles, aunque sepan que estas van a tener consecuencias en las personas.
Y ¿qué ocurre con los estilos orientados a las personas?
Pues son estilos que en este caso asumen perfiles comportamentales dominantes, Influyente (I) / Sustentable (S), son aquellos que, en estos casos, prefieren tomar las decisiones pensando en aquellos que están implicados en la situación. Esto normalmente supone que les va a costar tomar decisiones que pueden afectar negativamente a las personas.
Teniendo en cuenta entonces los estilos que nos ha descrito, las decisiones que se toman en una empresa u organización ¿cómo pueden ser?
En cualquier ámbito de la actividad profesional, empresarial o de negocio, las decisiones pueden ser de mayor o menor importancia y de mayor o menor repercusión así como más o menos fáciles de tomar, dependiendo de lo que se trate. Teniendo en cuenta la información disponible sobre la anticipación de los posibles resultados de la alternativa seleccionada, pueden ser de certidumbre, riesgo e incertidumbre. De hecho, las decisiones cuando las clasificamos nos ayudan a clarificar las situaciones sobre las que hay que pronunciarse. Por ejemplo, existen cuatro tipos de decisiones, las rutinarias, de emergencia, estratégicas y operativas.
Las primeras, rutinarias, las tomamos cuando se dan las mismas o similares circunstancias recurrentes, que nos llevan a seleccionar posibles decisiones ya tomadas con anterioridad.
En el caso de las decisiones emergencia, estas son propias de situaciones en las que no hay un precedente de forma inmediata y por tanto, se toman a medida que van transcurriendo los acontecimientos. Son decisiones que hay que tomar de manera sobrevenida.
Las decisiones estratégicas normalmente las tomamos para el futuro: se toman decisiones sobre metas y objetivos. Son las decisiones más exigentes que se van a encontrar los líderes.
Y finalmente están las decisiones conocidas como operativas (normalmente las tomamos, pero el corto plazo): son aquellas necesarias para el día a día de la propia actividad profesional, empresa o negocio, incluyen normalmente resolver situaciones de relaciones con las personas y/o las tareas.
Los perfiles Influyentes y Dominantes lógicamente toman las decisiones de una manera muy marcada…
Pues normalmente son muy rápidos a la hora de tomar las decisiones e incluso en momentos de gran incertidumbre o confusión. Prefieren tomar las decisiones de forma inmediata para evitar la incomodidad que les supone el periodo de indecisión. Eso sí, al ser muy dados a la acción pueden cometer el error de precipitarse convirtiendo lo que puede ser una fortaleza en una debilidad.
Y el caso de los perfiles Concienzudos y los conocidos como Sustentables…
Pues aquí es todo lo contrario, temiendo van a tomar las decisiones con bastante o mucha lentitud y esto se puede convertir en una debilidad. Les resulta muy complicado tomar decisiones en momentos de incertidumbre. Necesitan muchísimo tiempo para analizar el tema en profundidad y necesitan tener todos los elementos e información disponible a su alcance para intentar no cometer un error en la propia toma de la decisión.
Tomando como referencia todo lo que nos plantea, tipos de decisiones, tipos de perfiles comportamentales, etc.. ¿qué diría que debe tener en cuenta cualquier líder a la hora de tomar una decisión?, en otras palabras, ¿de qué tienen que ser conscientes?
Pues en primer lugar que sí están orientados a las personas o a las tareas y ya sean de ritmo lento o rápido, deben tomar las decisiones velando por el bien de la empresa, negocio o equipo. Es fundamental que antepongan este objetivo a cualquier otra consideración personal.
Por su experiencia, al cargo de un equipo que ronda los 200 profesionales, qué le ha enseñado en este sentido su rol profesional
La experiencia me ha enseñado que, como el líder, hay que intentar dominar las máximas áreas o departamentos de la empresa o negocio, con el objetivo de poder afrontar con un cierto nivel de garantía las decisiones que se requieren y necesiten sin tener que basarse exclusivamente en la opinión de consultores o asesores contratados a tal efecto. Esto es algo que recalco porque muchas veces creemos que depositando la responsabilidad en un elemento externo hemos resuelto y no es así. A mi parecer, el líder siempre tiene que estar involucrado en las diferentes áreas de la empresa.
¿Esto significa que tiene que ser especialista en cada una de dichas áreas?
No, en absoluto, pero sí es conveniente que tenga el mayor conocimiento posible de cada una de las mismas: recursos humanos, comercial, marketing, finanzas, contabilidad, legal... Con el objetivo de que pueda afrontar las situaciones tomando decisiones basadas en su propio conocimiento y criterio. Esto le permitirá tener un punto de vista propio e independiente. Hay una frase que me gusta resaltar porque creo que resume muy bien lo que significa estar pendiente e involucrado en lo que se refiere al liderazgo y a su actuación en cuanto a la toma de decisiones y no es otra que "una decisión correcta es incorrecta cuando se toma demasiado tarde" de Lee Iaccoca.
A modo de anécdota, me gusta recordar algo que me contó Guillermo Echegaray autor del libro "Empresas con alma, empresas con futuro" en un curso, una situación vivida por un empresario amigo suyo que le dijo, "Guillermo, Mi trabajo consiste en tomar buenas decisiones. Me pagan por tomar buenas decisiones". Pues eso, en definitiva se trata de tomar una decisión lo más acertada posible.
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