Los principales partidos de la oposición en Hungría cierran filas en torno al independiente conservador Péter Márki-Zay, alcalde de la ciudad de Hódmezövásárhely, a quien eligieron este domingo como su candidato común para arrebatarle el poder al primer ministro, Viktor Orbán, en 2022.
Márki-Zay, historiador y economista de 49 años, ganó con holgura la segunda vuelta de las elecciones primarias para nombrar al líder de la lista unificada con la que siete formaciones opositoras concurren a las legislativas previstas para abril del próximo año.
Según los datos publicados por la Comisión Electoral de la Oposición (OEVB), Márki-Zay se impuso con el 57 % de los votos a su rival, la izquierdista de la Coalición Democrática, Klára Dobrev, en la segunda vuelta de las elecciones primarias (10-16 de octubre).
"No solo queremos ganarle a Orbán, queremos construir una nueva Hungría", dijo el flamante candidato a la jefatura del Gobierno ante sus simpatizantes en Budapest tras conocerse el resultado de la votación, en la que participaron más de 600.000 ciudadanos.
Todavía "tenemos que ganar la guerra", añadió al aludir al desafío de derrotar al régimen autoritario del partido conservador Fidesz, que, encabezado por el ultranacionalista Orbán, gobierna desde 2010 con mayoría absoluta, y vaticinó una campaña "dura".
TODOS UNIDOS CONTRA ORBÁN
Lograr ese objetivo pasa por la unión de seis formaciones que abarcan todo el espectro político de oposición: el Partido Socialista, las izquierdista Coalición Democrática y Párbeszéd (Diálogo), el partido liberal Momentum, el ecologista LMP y el nacionalista de derechas Jobbik.
Solo así se divisa, por primera vez, una posibilidad real de poner fin al dominio del Fidesz, que con el 39 % de la intención del voto estaría de momento empatada con la lista unificada de la oposición.
"Pase lo que pase, la oposición podrá ganar solo unida. Nadie podrá quebrantar nuestra unión", declaró Márki-Zay.
"Desde ahora solo hay una tarea, la de unirse" para vencer al actual Gobierno, afirmó también Dobrev tras felicitar a su rival por su triunfo y prometerle que le apoyará "al máximo".
Con el nombramiento del candidato común, la oposición ha concluido un proceso de elecciones primarias que duró, con dos vueltas de votación, casi un mes.
EL RETO DEL COMPROMISO
Esta fórmula de una lista conjunta ya funcionó en 2019, cuando la oposición arrebató al Fidesz la alcaldía de Budapest y de otras ciudades.
Pero ya un año antes fue precisamente Márki-Zay el primero en conseguirlo al conquistar la alcaldía de Hódmezövásárhely, que, situada en el sur del país, era considerada hasta entonces un bastión de Orbán.
El candidato afronta ahora el desafío de repetir a nivel nacional el logro que entonces consiguió a pesar del carácter conflictivo de este político conservador y religioso, padre de siete hijos, que ha tenido que disculparse en reiteradas ocasiones por sus ataques a los miembros de los demás partidos de la lista.
Aun así, los observadores políticos destacan el desafío que supondrá lograr compromisos entre las divergentes posturas de los partidos de la lista, tanto en el camino hacia las elecciones como en una eventual coalición de Gobierno si la alianza opositora logra su objetivo de ganar las elecciones.
Pero, además, la unidad deberá también mantenerse en cada una de las 106 circunscripciones electorales del país que conquiste, pues a todas ellas la oposición ha concurrido con un candidato único y común.
"Unir a todos los votantes de la oposición para que apoyen al candidato será un gran reto", advierte el Instituto Political Capital en un breve análisis publicado en su cuenta de Facebook.
La oposición solo así "podrá ofrecer una alternativa frente al partido gubernamental", agrega.
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