Con el otoño ya instalado en la comunidad, esta época del año es una de las más idóneas para descubrir los incontables destinos de interior que ofrece Andalucía, tan variados como lo es su naturaleza o su orografía, sus pueblos o su inmensa riqueza patrimonial, con una oferta turística que va desde el cortijo más auténtico al hotel más sofisticado, desde una ruta en bicicleta por una antigua vía férrea al montañismo puro, de los pueblos blancos incrustados en las laderas de las montañas a las riquezas monumentales de ciudades Patrimonio de la Humanidad.
Buena parte de esta inmensa oferta turística de interior está marcada por la riqueza natural de Andalucía, un paisaje de contraste que va desde las cumbres nevadas de Sierra Nevada a los lluviosos bosques de Grazalema, sin olvidar la belleza salvaje del desierto de Almería o cualquier recóndita senda en cualquiera de los parques en los que practicar deportes de riesgo. O simplemente disfrutar de la naturaleza, un atractivo en sí mismo que Andalucía ofrece durante todo el año.
Pero la naturaleza no puede desligarse del inmenso legado patrimonial y monumental que posee Andalucía. La cultura andaluza es hija de su historia, con vestigios que van desde los tartesos hasta los musulmanes, pasando por el cristianismo, el barroco y el renacimiento, que marcan con gran diferencia muchos de los rincones de Andalucía. En cada pueblo, en cada comarca, encontrará esa huella inevitable de la historia: la configuración de sus calles, el trazado de sus cascos urbanos, edificios característicos de su forma de vida: sus acequias, sus bodegas, sus almazaras, sus corrales, sus hornos y sus haciendas.
Y si es de historia de lo que hablamos, las ciudades monumentales salpican toda la geografía andaluza: el patrimonio universal de Úbeda y Baeza; la belleza de Osuna o a Estepa, perderse por los Vélez de las sierras almerienses; buscar la mejor ruta para llegar a Ronda, a Carmona o a Aracena; adentrarse en el Valle de los Pedroches, en las sierras de María, Mágina o diríjase a Santiago Pontones, en los límites de la Andalucía jiennense; o disfrutar de uno de los destinos más recomendables, la Ruta de los Pueblos Blancos, que abarca la zona norte de la provincia de Cádiz y parte del noroeste de la de Málaga, incluido el impresionante Parque Natural de Grazalema.
Tierra Adentro
Y esta inmensa oferta es la que cada año se pretende poner en valor en una de las ferias más importantes de turismo de interior que se celebra en nuestro país, Tierra Adentro, que tiene su cita entre el 23 y 25 de octubre en Jaén y reúne a 400 empresas turísticas, con unas visitas que superan las 12.000 y que aglutina en 8.000 metros cuadrados de la Institución Ferial de Jaén (Ifeja) el potencial de este segmento turístico, acompañada por un centenar de actividades paralelas, con una apuesta firme por la gastronomía.
La feria se divide en diferentes áreas para agrupar la oferta turística bajo temáticas como la zona de los pueblos, un área para empresas de turismo activo, un espacio reservado a artesanos, un área gastronómica y la zona Degusta Jaén. De hecho, el apartado gastronómico se potencia aún más con la celebración del Festival Gastronómico Cómete Jaén, dónde seis restaurantes ofrecen pinchos a precios económicos.
Tierra Adentro es algo más que una feria comercial: se configura como una red que incluye todas las herramientas que enriquecen las estrategias de comercialización del turismo de interior, la atracción del medio natural, los alojamientos ubicados en lugares encantadores, las personas que disfrutan trabajando en un sector que reporta gratas satisfacciones, la personalísima visión de la población local que muestra lo mejor de su vida cotidiana... Es un evento cercano, atractivo, innovador, participativo, moderno y profesional, una feria de la que se salga no sólo con las vacaciones decididas sino también pagadas.
Como principales novedades se incluye una apuesta especial por el ecoturismo -buscando el desarrollo socioeconómico y la generación de empleo en zonas rurales, ayudando a romper la estacionalidad del sector, por los pueblos de Andalucía -con sus singularidades y potencialidades-, el turismo activo -con una amplia oferta deportiva al aire libre, la artesanía y el turismo gastronómico -desde el producto a la elaboración pasando por festivales y exhibiciones-.
Uno de los objetivos más importantes de Tierra Adentro es el contacto entre la oferta turística y la demanda, que se aglutina especialmente a través del Encuentro Internacional de Comercialización de turismo de interior, rural y naturaleza de Andalucía, que cuenta con 37 compradores y 120 empresas ofertantes.
Y como la demanda así lo exige, repite el workshop, un evento dinamizador que permite acercar aún más la oferta a los participantes y establecer relaciones comerciales con los expositores. De hecho, este dinamismo se extiende a muchos aspectos de esta feria, con actividades de turismo activo (si quiere escalar, puede hacerlo), artesanales (por ejemplo, cómo se elabora un jabón) o paladear las excelencias gastronómicas andaluzas (festivales, concursos o degustaciones para deleite de todos).
Las setas, ese tesoro que mana de la naturaleza
Coger setas es una experiencia más que recomendable para quien le guste la naturaleza y, sobre todo, degustarla. En Andalucía existe una amplia diversidad micológica y en casi todas las sierras de la comunidad se organizan jornadas que no sólo ofrecen la posibilidad de acercarse a este mundo, sino que enseñan cuáles son o no comestibles y, especialmente, cómo extraerlas garantizando que vuelvan a nacer en un futuro.
Entre todas las actividades que se organizan queremos destacar especialmente las que anualmente organiza la Sociedad Micológica Sierra Norte de Sevilla en colaboración con el Ayuntamiento de Constantina, un evento que se celebra en noviembre desde 1996 y que se fragua con las primeras lluvias.
Estas jornadas nacieron de la afición de unos pocos amigos por salir al campo a recolectar setas y su pasión por compartir hallazgos y por degustarlas. Hoy en día congrega a multitud de aficionados que se acercan hasta la Sierra Norte de Sevilla para disfrutar tanto de las jornadas como del propio entorno natural en el que se desarrollan.
Las jornadas se desarrollan en torno al Jardín Botánico El Robledo y se inician un viernes por la tarde con una exposición micológica. El encuentro continúa el sábado con una salida guiada para recolectar distintos ejemplares de setas, que después formarán parte también de la muestra.
Las setas se tornan en el plato estrella de la temporada, con lo que los establecimientos de restauración ofrecen sus excelencias culinarias a partir de las setas: las de chopo, las de álamo, los boletus, las amanitas cesareas, los níscalos y las gallipiernas son las más características.
Además de la Sierra Norte de Sevilla, existen numerosas rutas micológicas con las que disfrutar de este tesoro natural gastronómico. En plena Sierra Morena, los pinares de Espiel ofrecen unos más que apreciados níscalos mientras que en el parque natural de Los Alcornocales, en Jimena de la Frontera, son especialmente típicos los rebozuelos en zonas de alcornoques y quejigos.
Muy cerca, en la Serranía de Ronda y entre pinsapos, es la oronja o amanita de los césares la más común, mientras que en el Andévalo onubense la seta estrella es trufa blanca. Un poco más al norte, en la Sierra de Aracena, junto a las castañas, son habituales boletos y gallipiernos o parasoles, y en Cazorla, níscalos, seta de cardo, seta de chopo y, si hay suerte, la trufa negra.
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