Los sabotajes por, presuntamente, parte de cierto sector de taxistas a vehículos de una de las empresas españolas de alquiler de coche con conductor que operan en Sevilla, Cabify (con licencia VTC), suponen unos 20.000 euros. Estos son los números que se desprenden de los últimos incidentes entre taxistas y vehículos concertados, una cuantía en la que estarían incluidos los propios daños a los coches y el dinero perdido mientras esos vehículos estuvieron fuera de servicio, “además de los daños psicológicos y el estrés que sufre la plantilla”, según señalan a Viva Sevilla fuentes oficiales de Cabify en la capital hispalense.
Desde dicha empresa, una más de las que desde hace relativamente poco tiempo ofrecen una alternativa de movilidad a precios asequibles en Sevilla, defienden que “no realizan competencia desleal al sector del taxi ni ningún otro gremio”, ya que cuentan con todos los permisos y licencias necesarios para prestar sus servicios y que, por lo tanto, no entienden que se les acuse de “intrusismo”. “Ejercemos nuestra actividad dentro del libre comercio y con todas las garantías legales. No robamos clientes a taxistas en ninguna parada u otros lugares ya que sólo prestamos los servicios que entran a través de nuestra aplicación móvil (app) y que además vienen marcados con el punto de origen y destino”, explican.
Cabify, que opera en Sevilla desde el pasado 21 de septiembre de 2016 y que en la actualidad cuenta con una flota de 20 vehículos en la capital hispalense, existe en otras ciudades españolas (Madrid, Barcelona, Valencia y Málaga), en las que “en ocasiones puntuales” también se han vivido conflictos con los taxistas, “pero nunca hasta el punto al que se ha llegado en Sevilla”, indican.
Así, ha sido en las últimas tres semanas cuando los sabotajes a sus vehículos se han recrudecido. Según cuentan fuentes oficiales de Cabify a este periódico, los conflictos comenzaron en el aeropuerto de Sevilla donde su coches empezaron a recibir pedradas y huevazos por parte de los taxistas. Lo último, esta pasada semana, en la que cinco vehículos fueron rociados con sustancias corrosivas (ácido) y otro fue acorralado durante una hora en la Plaza Nueva por un grupo de taxistas. “Los conductores, con miedo, se sienten indefensos y lo único que pedimos es más seguridad y protección”, indican desde Cabify, que ya ha interpuesto varias denuncias ante la Policía Nacional, la cual está investigando los hechos.
“De la Policía Local, sin embargo, no tenemos noticias. En los últimos incidentes pidieron los papeles a nuestros conductores”, añaden.
Es por ello que desde Cabify España, y ante la situación que se vive en Sevilla, piden a las administraciones locales competentes “que ofrezcan protección y seguridad a las víctimas”. Cabify entiende que “no es un conflicto de taxi contra VTC, ni de buscar formas de convivir ni problemas de movilidad. Es un simple problema de seguridad y de orden público, ya que Cabify cumple con todas las normativas y hay un pequeño sector del taxi que está agrediendo a los conductores y vandalizando a los vehículos”.
Reuniones para este viernes
En el marco de esta espiral de violencia y de conflicto, el Ayuntamiento hispalense ha concertado varias reuniones este viernes para tratar de atajar el problema. De un lado con empresas de vehículos concertados (entre las que se encuentra Cabify), y de otro con el sector de los taxistas y la Policía Local. A esta última reunión, por el momento, no estaría invitada la asociación Foro Taxi Libre, al no estar representada en el Instituto Municipal del Taxi.
Su representante, Juan Martín Caparros, pidió ayer “la participación de todos los agentes sociales” implicados en el conflicto. “El derecho de participación es fundamental, más aún en el momento que está atravesando actualmente el sector del taxi sevillano. Lo racional es que estemos todos”, explicó.
Medidas del Consistorio
Foro Taxi Libre, junto con algunas entidades ciudadanas como sevillasemueve, es la única asociación del gremio que reclama la aplicación de los turnos rotatorios en el aeropuerto. El Consistorio rechaza este extremo y ha anunciado como medidas la creación de una barrera para controlar a los vehículos concertados en el aeropuerto, la de una unidad policial específica para controlar la mala praxis en San Pablo y la estación de Santa Justa (esto último, a petición de la asociación Solidaridad del Taxi, cuyo líder, Enrique Filgueras, aparece en una grabación refiriéndose al delegado de Movilidad, Juan Carlos Cabrera como ‘compadre’), así como ampliar de cuatro a ocho agentes el Servicio Especial de Transporte e Intrusismo (SETI) de la Policía Local.
En paralelo a las reuniones concertadas para el viernes, el Consistorio estaría manteniendo otros encuentros con ASET (Asociación Sevillana de Empresas Turísticas) y con el gremio de hostelería y la CES para tratar el tema y dar una respuesta al problema.
Encuentro con Gil-Toresano
El subdelegado del Gobierno en Sevilla, Ricardo Gil-Toresano, mantuvo recientemente un encuentro con agencias de alquiler de coches con conductor, según han señalado desde la Delegación de Gobierno a este periódico. El encuentro se produjo al llegar a esta administración varias denuncias y reclamaciones por parte del sector, que explicó su indefensión al subdelegado. Este, a su vez, mandó investigar los incidentes y extremar la vigilancia de la Policía Nacional y Guardia Civil.
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