La instauración de las mini actas plenarias que pretende realizar el equipo de Gobierno del PP podría vulnerar el artículo 147 del Reglamento Orgánico de Funcionamiento del Pleno, que recoge la obligatoriedad de que el debate de cada punto quede recogido al menos en síntesis en las actas, por lo que para su modificación sería necesaria su aprobación en Pleno, con periodo de alegaciones público incluido.
Esta es una de las razones por las que el grupo de IU se opuso en la Junta de Portavoces de la semana pasada a la aprobación del cambio que proponía el PP, que suprimía de las actas escritas las intervenciones de los concejales y que quedarían registradas sólo en un soporte de audio para su consulta.
Según Josefa Medrano, la oposición de su grupo estaba tanto “en la forma como en el fondo”, apuntando que si se atenta contra el articulado, debe pasar por el Pleno y ser aprobado por una mayoría cualificada. “Si el PSOE da también su voto, hay mayoría para aprobarlo”, señala.
En cuanto al fondo, Medrano rechaza que se quiera imponer un cambio en el sistema justificándolo en la carga de trabajo del Negociado de Actas. “Si hay falta de personal, la solución es cubrir vacantes”, insiste recordando su oposición a la aplicación de la tasa de reposición cero, puesto que hay dos vacantes.
En cuanto a las nuevas tecnologías, aunque su grupo está de acuerdo, cuestiona que se aplique una que es un “retroceso a la transparencia y a la calidad democrática”, sobre todo en el acceso a los soportes de audio para los ciudadanos.
Ante ese “híbrido o engendro” de actas que suman transcripción escrita y audio, propuso como alternativa instalar la misma aplicación informática que utiliza el Parlamento andaluz para transcribir las intervenciones plenarias.
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