El montañero isleño José Manuel Jiménez alcanzó el reto que se planteó hace varios meses con la ascensión al Island Peak en la cordillera del Himalaya Nepalí.
La aventura se inició el pasado 5 de marzo con el viaje a Nepal para intentar la ascensión al Island Peak y dos picos más del himalaya nepalí. Dos vuelos le llevaron a su destino de Katmandú.
Al día siguiente un vuelo en avioneta se desplazó hasta Lukla. A partir de aquí, lo único que se dedicó a hacer fue andar y subir para aclimatarse a la altura.
En una primera jornada la expedición alcanzó Packding para comenzar el día 7 la ascensión a Nanche Bazaar, en que permanecieron dos días a 3.440 metros de altitud.
El día 9 de marzo protagonizaron otra jornada dura para subir hasta el Tyangboche situado a 3.867 metros. Un día más tarde alcanzaron el serpha Passang , el porteador y José Manuel Jiménez la altura de 4.413 metros en Dimboche.
En este punto tocaba aclimatar y permanecieron en él dos días, desde donde subieron al Nangkar Tshung de 5.100 metros para luego bajar a dormir a Dimboche. La aclimatación a la altura iba perfectamente como demostraba el oxímetro que llevaba el montañero isleño.
A partir de aquí comenzó a surgir otro problema como fue la temperatura, que empezó a bajar en picado y las nevadas se hicieron ya habituales, alcanzándose temperaturas de - 8 grados.
Los chorten
El día 12 de marzo les tocó subir a Lobuche, pero antes tuvieron que ascender la morrena central del glaciar del Everest. Una vez superado se llegó al Memorial del Everest, en que pudieron ver los chorten (monumentos funerarios) dedicados a todos los montañeros que fallecieron en el Everest y en las montañas de la zona.
El día 13 de marzo se tomó la decisión de juntar dos días en uno para tener más posibilidades para alcanzar la cumbre, puesto que el tiempo empeoraba mucho y las temperaturas bajaban ya que había que tener en cuenta que allí no había empezado la primavera.
En efecto, en ese día ascendieron al Gorakshep ( 5.100 metros) y, en vez de conciliar el sueño, subieron directamente al Kala Pattar (5.650 metros). Lo hicieron en el mismo día y se quedaron a dormir en Gorakshep, y en vez de llegar a Lobuche en la bajada, lo hicieron hasta Dimboche. Unieron dos etapas en una y realizaron diez horas de descenso que merecieron la pena.
Según iban perdiendo altura el cuerpo lo iba sintiendo más fuerte, con mas energía y ello debido a la aclimatación y al aumento de oxigeno en el aire.
El día 12 comenzaron la aproximación al Island Peak. Una vez más el frio y la nieve era lo normal. A pesar de ello llegaron ese mismo día a Chukung a 4.501 metros y permanecieron la noche allí para salir hacia el campo base CB al día siguiente.
El día 13 alcanzaron el campo base en la que sólo les acompañaba una expedición sueca que no consiguió hacer cumbre. El Campo Base se encuentra a 5.000 metros. Allí montaron el campamento para descansas y subir el día 14 al campo de altura (5.800 metros).
Al llegar al campo de altura hubo que limpiar la zona de nieve y de hielo para poder montar las tiendas. El hecho de realizar estos trabajos en altura las hacía que la respiración se les alterará bastante; pero había que hacerlo.
Asalto a la cumbre
La noche en el campo de altura fue muy dura, con mucho frio con -17 grados dentro de la tienda, mientras que fuera estaban por debajo de los 20 grados. A las 3 de la madrugada se despertaron para subir a cumbre, el saco de dormir estaba congelado y la tienda estaba también congelada.
Primero tuvieron que realizar una ascensión por pedrera para llegar a crampon point y a partir de ahí atravesar el glaciar de izquierda a derecha (salvando una grieta de 5 metros). Tres horas después se encontraron frente al muro de nieve que ascendieron mediante cuerdas fijas, situándose en un collado que les llevaría a la arista cimera.
El día estaba muy nublado y muy frio, lo que provocó que las baterías se le congelaran completamente a José Manuel. El sherpa había equipado la arista con cuerda fija para ascender a la cima y el cansancio se hacía presente, por lo que tuvo que dar un pasito y respirar cinco veces. La altura y todo el trabajo realizado hacía mella en la expedición.
A las 11.30 horas de la mañana lograron hacer cumbre y lo primero que hizo el montañero isleño fue llamar por teléfono satélite a su pareja Sole. Las lágrimas de ambos comenzaron a brotar: lo había conseguido.
Ya solo quedaba bajar y deshacer todo el camino realizado. Cuando alcanzó Katmandú lo celebró con una cerveza marca Everest: Una vez allí informaron que el Gobierno Nepali le había certificado la ascensión mediante un diploma.
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