Tal y como viene haciendo desde hace veintiséis años, el colegio Nuestra Señora del Perpetuo Socorro se echó ayer a la calle para acompañar a María Auxiliadora en su procesión por distintas calles de las inmediaciones del centro escolar.
Bajo un sol de justicia, la particular comitiva partía a las siete de la tarde del colegio precedida por la Cruz de Guía y una impoluta cohorte de pequeñas niñas con blancas mantillas. Un grupo de también jovencísimos alumnos vestidos de domingo completaban el primer tramo de la procesión.
Tras ellos, el austero paso de María Mazzarello, religiosa italiana con la que Don Bosco fundó el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, era portado con destreza por una cuadrilla de alumnos del centro. Niños y niñas ataviados con sus trajes de comunión o portando grandes banderas con los colores de las Salesianas alegraban la comitiva que comenzó su discurrir por la avenida Príncipes de España.
Al son de la música de la Banda de la Hermandad del Nazareno, la Virgen Salesiana por excelencia, María Auxiliadora, iniciaba su peregrinar en un paso grácilmente adornado con flores blancas. Numerosos vecinos, así como padres y madres de los participantes en esta procesión infantil acompañaron a la misma en todo su recorrido que continuó por Maestro Vives, Maestro Chueca, Avenida de Europa, Joan Miró, Salvador Dalí, Joaquín Sorolla y Avenida Europa para regresar al colegio de las Salesianas donde el día culminaría con una verbena en honor a la Virgen.
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