Esto de que no ‘nos’ hayan dado los Juegos Olímpicos para Madrid es como cuando durante la Dictadura de Franco no rascábamos bola en Eurovisión, que había una conjura internacional contra España, porque nos odian, y siempre nos han mirado mal, porque somos mejores. Lo bueno, es para los ríos de tinta que ha dado, y los que quedan por venir; la cantidad de concienzudos editoriales y columnas de opinión que han desmenuzado todas las variables y las razones de lo sucedido; la de comentarios de barra de bar que ha alimentado; esa sensación de nuevo, dijeran lo que dijeran las más o menos rigurosas encuestas sobre el deseo común de que nos los otorgaran, de que siempre hay dos Españas: la que estaba a favor y la que estaba en contra... En el fondo, lo siento sólo por los deportistas. Ahora bien, es para irritarse cuando se escucha a un tertuliano televisivo a los pocos minutos de conocerse que Madrid 2020 se sumaba a la lista de fracasos e intentonas, declarar que ahora no habrá recursos económicos ni apoyo para miles de deportistas y en especial, los atletas, es decir, que realmente este país es tan pobre, o está tan mal gestionado, que sin unos juegos olímpicos de por medio, no hay respeto ni dinero para lo que debe haberlo, que es el mantenimiento de las disciplinas olímpicas y el pagar dignamente a los que, sea en este país, o sea fuera de él, van a abanderar a España con su sudor y su esfuerzo. Así nos va, que luego no faltan políticos para hacerse la foto. ¿Cuánto ha costado el circo de personalidades en Buenos Aíres? Y, ¿a quién no se le ocurre para qué cosas que hacen tanta falta se podía haber destinado? Este país no anda para juegos, está más bien, para huevos, y era de esperar lo que ha ocurrido, que no le ganamos ni a Estambul: toma ya poderío de la marca España. El Madrid y la España del PP ya tienen lo que se merecen, lo malo, es que nos siguen arrastrando a tod@s. Qué edificante ver a tantos y tantas como plañideras, al estilo de la canción aquella de Enmanuel, como diciéndoselo al COI, “Detenedla ya que es una ladrona, que se ha llevado de mi vida todo, por no dejar no me ha dejado nada”. Así las cosas, para encajarlo, también se puede recurrir a otra coplilla, que cantaba Pablo Carbonell en ese programa de TVE referencia (eran otros tiempos), que fue ‘La Bola de Cristal’: ‘Haz deporte/no eches tripa/juega limpio/participa”. Porque lo importante, según se dice, es participar, ¿no? Si no, siempre nos quedará “relaxing cup of café con leche en la Plaza Mayor”.
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