Pero sin frivolidad, muy en serio, que a alguien se le ocurra que todo lo que tiene que contar de una ministra es si está o no en su peso, ya es triste, pero que sus superiores en la publicación donde sale el reportaje, la alienten y la consientan, ya es para empezar a pensar en cambiar de oficio. Insisto, todo esto, muy en serio, viene a cuento del artículo con foto pillada sobre la Ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, donde se aseguraba recientemente que su imagen demostraba que estaba fuera de peso. Eso sí, con argumento, con una foto donde se le pillaba de vacaciones, que ni ahí pueden relajarse las autoridades. Y es que la culpa la tiene Zapatero, por no tener el mismo buen gusto que tiene Berlusconi para elegir ministras, que da igual que lo hagan bien o mal, pero eso sí, que estén imponentes. Realmente, es doloroso, porque si al final, si una mujer ha de ser mona en cualquier caso, y así sólo se mide su capacidad para otorgarle un puesto, mal andan las cosas: porque indica que estamos educando muy mal a los jóvenes (que joven era la periodista ‘irresponsable’ del artículo) y desde luego, seguimos con unos valores frívolos, muy frívolos, machistas, que deberían estar superados y que nos auguran un mal futuro al tiempo que, dan testimonio de un peor presente. Porque, con la polémica sobre la imagen y lo kilos necesitados de laxantes y diuréticos, se ha ocultado el fondo, lo que si resultaba reprochable, la estancia en el exclusivo complejo del Lazareto de Mahón, un recinto que aún no está abierto al público, pero que la ministra si ha podido utilizar. Triste, que este tipo de imágenes tengan para algunos interés informativo. Si es que al final, hasta una que siempre saca los pies del tiesto estuvo esta vez acertada, la secretaria General del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, que aseguró que los ministros “se tienen que calificar, aprobar o denostar por su gestión política”, pues que se lo diga a los bocazas del diario donde se publicó el engendro, que suele ser de los que más cancha le dan a ella y a su formación. al final, es que tiene uno que pasar el verano sin refrescarse en la playa, o estar de los nervios y metiendo barriga, conteniendo la respiración, cual ligón de playa, no haya un ‘paparazzi’ cerca.
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