SIGO VIVO
Desde hace una semana, un hijo/a de padre desconocido se ha dedicado a propagar el rumor de que he muerto. Incluso, ha llegado a decir el motivo que no es otro que un ataque al corazón.
No creo en absoluto que sea una confusión porque escribo a diario en medios escritos, participo semanalmente en un programa de televisión en Onda Algeciras TV, los jueves participo en la tertulia de Onda Cero y los miércoles hago un programa en Radiosol.
Eso dice que alarga más la vida pero, desde luego, existe una alta dosis de mala leche, mejor dicho, de amargura, de melancolía, que a quien sea, le lleva a difundir este rumor.
Durante la pasada semana han sido muchos los amigos que han llamado a casa preocupados y creí que el tema había quedado aclarado pero esta misma mañana una señora ha venido a mi lugar de tertulia (Café Coruña) porque me ha visto y se ha alegrado muchísimo ya que le habían confirmado mi fallecimiento. Luego ha sido en el supermercado donde también se han acercado para el mismo tema.
Pues nada, decirles a todos que SIGO VIVO. Y a los que se dedican a lanzar el rumor (Que más o menos sé quienes son), decirles que lo lamento por ellos porque van a seguir sumidos en su amargura, en su odio y en su melancolía.
Yo vivo al día. Ayer hizo veintiún años de mi primera operación a corazón abierto. A partir de ella, otras dieciocho intervenciones quirúrgicas. Pero aquí estoy, vivo al día, procurando aprovechar cada minuto del día. Unas veces mejor y otras peor, pero con unas ganas de vivir tremendas, por eso vivo siempre en el presente porque el pasado ya no existe y el futuro no es real, la única realidad es el presente y es ahí donde siempre vivo.
No es lo mismo vivir que pasar por la vida. Hay quien tiene setenta años y sólo ha vivido diez o doce años de los setenta. Por eso viven amargados y odian.
Yo tengo sesenta y un años. Y los he vivido todos. CARPE DIEM, amigos. Ese es el lema. Y a esos hijos de padre desconocido, que sigan con ese odio, con esa amargura, que están perdiendo un tiempo precioso de su vida que no van a poder recuperar y lo que producen es pena.
El Señor es mi Pastor, nada me falta.
Algeciras a 20 de julio de 2016
Patricio González
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