Está la cosa que arde en el panorama político actual y en la antesala de unas cuantas elecciones este año. Las encuestas que están apareciendo en diversos medios parecen carrusel deportivo porque se están dando resultados al minuto y las diferencias son mínimas con lo que el resultado final se sigue jugando al momento. Esto hace que no se tengan en cuenta en esas mismas encuestas otros parámetros que no sean los de resultados. Y hay que echar un vistazo a esos parámetros escondidos porque suelen ser bastante más determinantes que lo que parece.
En la encuesta de El Mundo aparecen algunos de esos datos que, son tremendamente reveladores. Por ejemplo, resulta demoledor que nadie crea que Susana Díaz haya adelantado las elecciones andaluzas en base a razones de inestabilidad de su gobierno de coalición con IU. Incluso, la mayor parte de sus electores están convencidos de que lo ha hecho por intereses personales. Pero es que tampoco la creen cuando Susana Díaz afirma que se quedará en Andalucía. Al contrario, son mayoría los que estiman que, aunque ahora lo niegue, intentará arrebatarle a Pedro Sánchez la candidatura socialista a la Moncloa.
A pesar de todo, Susana Díaz era en esa encuesta la dirigente más valorada y la única que conseguía el aprobado. Y es que el PSOE en Andalucía está casi abandonando las siglas en favor de su lideresa Susana con un auténtico culto a la personalidad. Pero esto también tiene sus riesgos.
Ellos son conscientes del hundimiento socialista en toda España a causa del efecto Podemos, y el PSOE andaluz ha confiado en la estrategia de fe ciega en su lideresa, incluso a costa de casi esconder sus propias siglas.
De todos modos, la maniobra de la presidenta de adelantar elecciones en este momento sin tener necesidad de ello, cuando podía seguir contando con el apoyo de IU un año más, sigue sin cuadrar. Ahí están las encuestas. Todas coinciden en que Susana Díaz quedará en manos del PP y de Podemos ya que parece difícil que pueda volver a articular con IU una mayoría de gobierno. De forma y manera, ojo al parche, que tendrá que pactar su investidura con quienes insiste en proclamar que en la vida lo hará. Y si no lo consigue, se verá obligada, tal y como marca el nuevo Estatuto de Autonomía, a la convocatoria inmediata de otras elecciones.
Dicen que en el PSOE andaluz andan ahora un tanto inquietos con esto: encontrarse de un plumazo que su operación de altos vuelos no les ha valido para nada y quedan condenados a regresar a las urnas dentro de unos meses. ¿Es que acaso es un escenario que no tenían previsto? Porque ésa sí que puede ser una tremenda papeleta para Susana Díaz. Menuda papeleta.
Algeciras a 10 de febrero de 2015
Patricio González
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