Mostrando nuestro cine

Me sorprende muy positivamente la constante actividad que en torno al mundo del cine se genera en Jaén a lo largo del año. Todo ello partiendo de la base que nuestra ciudad ha visto desaparecer sus salas del casco urbano, lentamente o quizás no tanto, de forma que a día de hoy ver una película en cartelera en Jaén pasa por bajar forzosamente al multicines del Centro Comercial La Loma.
  Hace dos años cuando viví un corto período de tiempo en Madrid, la tentación de entrar a una sala de cine siempre me asaltaba. Entre otras cosas porque a diario tenía que cruzar la Gran Vía y a mi paso por el Cine Capitol raro el día que no había un estreno por todo lo alto y aquello se percibía en la calle. El cine al alcance de nuestra mano.


  Quizás por eso, precisamente, tiene sentido la Muestra de Cine Inédito que anualmente se celebra en Jaén. Por cómo se plantea y por lo mucho que ofrece y cuya razón de ser radica en hacer un esfuerzo por ofrecernos aquellos títulos que en su debido tiempo y forma no nos llegaron. Algo lógico en una provincia que por muy cruce de caminos que sea, parece ser periferia de tantas cosas que aquí no hay ni se disfrutan. Y el cine, evidentemente, no iba a ser una excepción.


  Admito que en la medida de mis posibilidades otros años he procurado asistir a esta cita. Igual que a los Encuentros con el Cine Español. No era un asiduo, pero siempre que podía, acudía, y  guardo el entrañable recuerdo de haber podido saludar y conversar con el ya fallecido Manuel Alexandre y en ese instante tener la sensación de estar frente al “Anticuario” de “Los ladrones van a la oficina”.
   Tanto la Muestra de Cine Inédito como los Encuentros han logrado con el paso del tiempo que el nombre de Jaén tenga un hueco dentro del sector del séptimo arte e incluso venir a Jaén a participar en los Encuentros antes de la gala de los Goya se ha convertido en un talismán. Y si no que se lo digan a Pablo Berger con su película “Blancanieves”, con un peculiar trasfondo taurino. Precisamente, revisando el cine taurino encontramos varios títulos que tienen la provincia de Jaén como escenario. En Sabiote se rodó “La Becerrada”, en Baeza “Aprendiendo a morir” y “Nuevo en esta plaza” en Linares, donde precisamente como ustedes comprenderán transcurre parte del argumento de la horrorosa película sobre la vida de “Manolete” ...donde a pesar de existir el escenario real y muchas cosas más, fue rodada en Sanlúcar de Barrameda. Cosa que sigo sin entender.


  Recientemente Úbeda y Baeza brillaron con luz propia en “Alatriste”, y Lopera y Andújar ambientaban la versión cinematográfica de “La Mula” de Eslava Galán. Ejemplo de que Jaén puede ser el marco, real o ficticio, para dar rienda suelta a la magia del cine.

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