Cuando nació el 15-M más de una mente “privilegiada” vaticinó para éste un futuro muy corto. Pero cuando las previsiones no se hacen en base a un análisis riguroso de las causas, los efectos, las circunstancias y otros razones condicionantes, sino que se fundamentan en la visceralidad que conlleva el odio, la costumbre en la tergiversación y el voluntarismo del deseo de que no ocurra, suelen resultar desacertadas como ha ocurrido en este caso.
Después de dos años de trabajo continuo por la libertad, por la justicia social, por la transparencia, por la democracia, por los derechos de la ciudadanía, el 15-M sigue más vivo que nunca.
Si tomamos el caso particular de Rota, quizá la despectiva mirada de quienes nos critican, de quienes no nos soportan, haya sentido la satisfacción de ver cómo desaparecíamos del banco de la plaza; pero saben que el 15-M de Rota ha tomado otros derroteros que les desagradan más todavía. Ya no se ve la menguada asamblea, escasa de miembros y sobrada de años. Ahora no se nos encuentra en un ámbito tan localizado, sino en cualquier lugar donde se producen las múltiples injusticias de nuestro pueblo: allí donde se nos necesita.
Quizá lo que nos llevó a dar el salto cualitativo en el compromiso, no fuera sólo la posibilidad de trabajar por algo más eficaz, y siempre anhelado, como es la unidad de acción de la gente comprometida, sino que el lema de “Vamos despacio, porque vamos lejos” resultaba de muy difícil aceptación para quienes no tenemos una vida entera para esperar. El hecho de crear el Bloque Ciudadano de Rota supuso que el 15-M consiguiera un arma más adecuada a la realidad de la asamblea roteña. Pues sí, el 15-M sigue en vivo en Rota, ahora más que nunca y no se limita al recinto de la Plaza de la Plancha.
Pero como esto trata del 15-M y no del BCR, ensanchemos el horizonte y reflexionemos sobre este movimiento que nació aquí, en España, y que ha servido de ejemplo para otros pueblos que sufren los caprichos egoístas de los mercados financieros de la misma forma que nosotros. Ya no tenemos que presumir de una transición, modélica para ojos interesados, pues también hemos sido pioneros en el despertar de la ciudadanía y ese modelo de lucha pacífica, generosa, se ha exportado a otras sociedades con problemática similar.
Si no se aportan datos, todo lo dicho pudiera entenderse como una perorata voluntarista por parte de quienes participamos de este nuevo concepto de intervención social. Son múltiples los ejemplos que ilustran el lema “De Norte a Sur, de Este a Oeste; la lucha sigue, cueste lo que cueste”, el 15-M sigue donde debe estar. Pues este colectivo además de predicar da trigo; no se limita a la faceta reivindicativa, que aun siendo muy importante, no es la única que nos preocupa.
En primer lugar el 15-M se ha implicado como nadie hasta ahora en participar en las preocupaciones sociales, convergiendo con el resto del movimiento ciudadano. Ha sido vital su actuación en el crecimiento de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, siendo elemento fundamental en la lucha frente a los desahucios, asistiendo a las personas que han sufrido estas situaciones y oponiéndose con su resistencia pacífica a las ejecuciones. Han movilizado a la ciudadanía contra esta política y han salido a la calle a culpabilizar a los responsables de los suicidios provocados por este problema, del mismo modo que fueron artífices de la ILP que el gobierno se encargó de desvirtuar
El 15-M ha defendido la democracia y la transparencia. Pidió antes que nadie una reforma de de la injusta Ley Electoral, que perpetúa esta irresoluble opción bipartidista, y ha movilizado a la ciudadanía contra la corrupción política.
Han sido actores protagonistas contra las medidas neoliberales del gobierno, bendecidas por la Unión Europea y sustentadas en la crisis provocada por los mercado; contra el rescate a las entidades financieras; contra los presupuestos; contra el genocidio financiero; contra quienes arruinan el país.
Han luchado codo a codo con las Mareas Ciudadanas contra los recortes y las privatizaciones: Con la Marea Blanca de la Sanidad, contra los cierres de Urgencias, a favor de la Sanidad Pública; con la Marea Verde, contra la subida de tasas universitarias, por la defensa de la Escuela Pública; y en otras, contra el desmantelamiento de la Ley de Dependencia, defendiendo las luchas de la minería, de los parados, de los funcionarios, con los afectados por los abusos financieros.
No han olvidado a los más necesitados proponiendo transporte gratis para los parados y sus familias, defendiendo los Centros Sociales Autogestionados, criticando la situación de los Centros de Internamiento de Extranjeros, el desmantelamiento de los Centros de Tratamiento a las Adicciones, manifestándose contra el peaje de la AP-6, reivindicando la defensa del Derecho al Aborto o el Derecho a una Vivienda Digna. Tampoco han dejado solos a cuanta gente ha sido víctima de la represión, como el caso de Alfon, de los detenidos por el 25-S, de quienes han detenido por tratar de evitar un desahucio; mostrando también su sensibilidad ante otras decisiones controvertidas, como contra la instalación de Eurovegas o en defensa de la cultura.
Asumiendo un compromiso político con acciones ante el Congreso, ante la Asamblea de Madrid, contra las sedes del PP, participando con el Bloque Unitario de Madrid, significándose en la Huelga General del 14-N, celebrando el Día de la Mujer Trabajadora, pidiendo la Tercera República, apagando al Rey en su discurso navideño, y sobre todo dando inicio a un Proceso Constituyente.
Todo ello mediante actos pacíficos multitudinarios, como marchas, manifestaciones, concentraciones, sentadas, acampadas, ocupaciones, actos de desobediencia civil y activismo On-line; sin tener rubor a desvincularse de las acciones del 25 de Abril,“Rodea el Congreso”, por sospechas de actuaciones violentas.
Tampoco se puede olvidar que en su trabajo constante han sido capaces de crear actividades alternativas: han fomentado la Moneda Social, los Bancos de Tiempo, el Mercado de Trueque, la Banca Ética, la Tienda Amiga.
¿Es que acaso se les puede pedir más? ¿Ha logrado otro colectivo algo parecido? Incluso, con su exquisita pulcritud ideológica, no han tenido reparos en caminar al lado de otras organizaciones comprometidas, como ATTAC, Anonymous, Juventud sin Futuro, y algunas organizaciones sindicales y políticas, que han sabido anteponer el interés ciudadano a sus premisas ideológicas. Este es el 15-M y esto es lo que hace.
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