A vueltas con las colas…

No falla, siempre aparece alguien para decir "Vergüenza de gaditanos, aunque yo lo sea, para pedir trabajo no se ponen en cola"

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Estos días hemos vivido una auténtica locura por conseguir entradas para el COAC 2016. Cientos de aficionados soportaron tres días de cola en la calle, pese a la lluvia, para hacerse con sus preciados trofeos.

Y claro, esto provocó otra lluvia, la de comentarios, tanto a favor como en contra de estas actitudes. ¿Se es más carnavalero por dormir tres días al raso esperando a que abra la taquilla? Yo creo que no, cuando además quienes ahí estaban van por una, dos o tres agrupaciones en exclusiva y para mí ser carnavalero es ver todas las agrupaciones, respetando y sacando conclusiones de cada una de ellas.

Ver las buenas, regulares y malas año tras año, eso es ser carnavalero y no saberse de memoria 40 pasodobles... del mismo autor.

Pero, a lo que iba, las opiniones en contra de quienes deciden esperar en taquilla. El comentario más repetido cada año es estándar. No falla, siempre aparece alguien para decir "Vergüenza de gaditanos, aunque yo lo sea, para pedir trabajo no se ponen en cola". Es automático, si la gente va al Carranza o sale en Semana Santa, siempre hay alguien que comenta lo mismo. Cansinos. Como si hubiera que estar recogido y sin diversión hasta que no quede un parado en la ciudad.

A quienes piensan así les pregunto: ¿Dónde está esa supuesta cola en la que dan trabajo y nadie se pone? Porque yo nunca la he visto, pero si existiera no daría media vuelta al estadio, daría cuarenta vueltas a Cádiz entera, una ciudad luchadora y llena de gente con dos cojones. Ya está bien de tirar por tierra lo que hacen los demás. El que quiera y pueda ponerse tres días en la cola, que se ponga, que tampoco creo que quien suelta la frasecita de marras haya hecho una encuesta a ver si están todos parados o no para hablar de forma tan tajante.

Por otro lado, esa especificación de "Vergüenza de gaditanos" no puede ser más lamentable. ¿También han ido estos opinadores-derrotistas a pedir todos los DNIs de los que esperaban? Porque resulta que muchos, muchísimos, eran de fuera y no había más que verlos con sus chandals del Sevilla orgullosos en la primera fila. Como tampoco resulta complicado encontrar mil anuncios de reventa con, curiosamente, referencia marcada en la provincia vecina.

Lo que realmente me avergüenza no es que se pongan en la cola aficionados que desean ver a sus agrupaciones favoritas en el Falla, sino los que están ahí para hacer negocio. Lamentable era que el primero de la fila organizase una rifa de productos y el regalo estrella fuesen las dos entradas que pensaba comprar cuando abriera la taquilla. Eso se llama comerciar con el Carnaval. Y no. Eso no me gusta, pero a quienes realmente sufrieron la cola para cumplir su ilusión de ver en el Falla a sus agrupaciones favoritas los respeto. Más o menos carnavaleros, como dije antes, pero los respeto, que para eso estamos en Cádiz, cuna de la libertad, ya está bien de tirar por tierra todo lo que hacen los demás para escapar de la rutina diaria. No siempre hay que estar lamentándose.

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