Adiós a la imagen habitual de calle Orfila, en el distrito de Cádiz, junto al Parque de Huelin. Algunos vecinos consideraban la frondosa vía como su particular Alameda, repleta de robustos y altos ejemplares. Pero estos días, el Ayuntamiento ha procedido a su tala, según esgrimen para dar respuesta a un grupo de vecinos que se quejaba de que las raíces de los ejemplares rompían aceras y canalizaciones y las ramas se colaban en los balcones. Un auténtico arboricidio en opinión de otros cuantos residentes del entorno, que han asistido atónitos a su eliminación.
Quienes más fastidiados están son los dueños de los bares. Los trabajos de tala y arreglo de aceras les han llegado de improviso, con la temporada estival iniciada al calor de las buenas temperaturas. Se quejan de que el Consistorio podía haber elegido otra fecha: su caja ya se resiente.
En nuestro paseo por la zona, corrillos de vecinos asistiendo a la poda, algunos nos cuentan que han visto crecer a los árboles, y sienten pena, pero admiten que estropean el suelo y ensucian demasiado. Otros, como este matrimonio además recuerdan las caídas provocadas y los problemas de iluminación que han acarreado.
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