La tribuna de El Puerto

Accesibilidad Universal

Las personas con discapacidad no quieren más leyes que luego no se vayan a cumplir, o que no tengan garantías de cumplimiento por parte de las Administraciones

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El pasado 4 de diciembre se cumplió el plazo de moratoria que dicta la Ley sobre Accesibilidad Universal en cuanto al cumplimiento de las condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación para el acceso y utilización de los espacios públicos urbanizados y edificaciones, de los medios de transporte, de los bienes y servicios a disposición del público, en las relaciones con las Administraciones.

Esto es, ha finalizado el plazo para realizar una serie de actuaciones de ajustes razonables de accesibilidad para las personas con discapacidad.

El hecho de que no se haya escuchado o leído nada al respecto en los medios de comunicación ya sea a nivel nacional, autonómico o local, produce verdadera desazón. Me hace pensar que a nuestra sociedad le falta sensibilidad, empatía y madurez.

Y eso que desde hace tiempo, se viene haciendo una campaña informativa y de concienciación, desde las distintas entidades sociales de personas con diversidad funcional, sobre la importancia de esta ley y los plazos que dictan la norma. Por tanto, se pone de manifiesto que la accesibilidad no es siempre bien entendida por la ciudadanía en general.

La accesibilidad universal se entiende como la condición que deben de cumplir los entornos, procesos, bienes, productos y servicios, así como los objetos, instrumentos, herramientas y dispositivos, para ser comprensibles, utilizables y practicables por todas las personas en condiciones de seguridad y comodidad y de la forma más autónoma y natural posible. [Ley 26/2011, de 1 de agosto, de Adaptación Normativa a la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas Discapacitadas, que modifica a la Ley 51/2003, de 2 de diciembre, de Igualdad de Oportunidades, No discriminación y Accesibilidad Universal de las Personas con Discapacidad (LIONDAU)].

Lamentablemente es una Ley que se pone en marcha sin garantías de cumplimiento, pues poco o nada se ha hecho al respecto desde el año 2003. La realidad dista mucho de lo que normativamente se establece, hoy por hoy seguimos sin tener accesibilidad universal para todas las personas, tengan o no discapacidad alguna, porque si se facilita esa accesibilidad universal de forma natural y como un principio de transversalidad en todos los ámbitos de la vida de las personas, no estaríamos hablando hoy de personas con discapacidad sino de personas con capacidades diferentes.

Todos por igual. Por tanto, tenemos un grave problema, el plazo se ha cumplido y las personas con diversidad funcional siguen encontrándose con barreras físicas, sensoriales, cognitivas y actitudinales en todos los aspectos de sus vidas que le impiden el derecho a la igualdad de oportunidades y a la autonomía personal.

Seguimos insistiendo en poner etiquetas y aumentando el riesgo de exclusión, a un colectivo de personas que son, ante todo, personas como tú y como yo, que quieren gozar plenamente de sus derechos y de sus obligaciones en una sociedad avanzada, plena y madura.

Si hasta el 4 de diciembre era una campaña de concienciación sobre la accesibilidad universal, ahora comienza una campaña de denuncia y sensibilización.

Se está haciendo un llamamiento a todas las personas con discapacidad, a sus familias, a las entidades sociales, a las organizaciones cívicas, y en general, a todo aquel que crea que los derechos humanos son un logro recogido por los estados, para todos sus ciudadanos, sin ningún tipo de discriminación o etiqueta, para que se interpongan denuncias por cualquier falta de accesibilidad.

Las denuncias se pueden interponer por vías administrativas o judiciales, ante los Ayuntamientos, Comunidades Autónomas o Ministerios, en los Juzgados, en la Fiscalía o ante el Defensor del Pueblo.

Las personas con discapacidad no quieren más leyes que luego no se vayan a cumplir, o que no tengan garantías de cumplimiento por parte de las Administraciones ni de la ciudadanía.

Ya existen en nuestro ordenamiento jurídico leyes, reales decretos, reglamentos, etc. que defienden los derechos de las personas con diversidad funcional, pero llegado este momento, lo que hay que trabajar verdaderamente es el concepto de la accesibilidad universal e interiorizarlo de manera natural en nuestra sociedad, para que entre todos podamos sentirnos libres de etiquetas, de dependencia, de dar explicaciones, porque vuelvo reiterar que todos, y digo todos, somos iguales con capacidades diferentes en una sociedad que ansía avanzar, hasta hacer realidad el concepto de la plena inclusión.

No obstante, hay que dar las gracias a las buenas intenciones y pequeñas actuaciones que se dan, por parte de personas que van sensibilizándose, que van desarrollando esa empatía, como es el caso de la iniciativa que parte del Séquito Real de los Reyes Magos 2018 de El Puerto de Santa María, en el que Sus Majestades, los Reyes Magos, quieren trasmitir su mensaje navideño en lengua de signos y para el día de la cabalgata, repartir caramelos aptos para diabéticos y celíacos.

Un ejemplo del que debería tomar nota nuestros representantes políticos. Instamos al Equipo de Gobierno Municipal a trabajar de forma seria y rigurosa por una Ordenanza Municipal sobre Accesibilidad Universal, que se encuentra aparcada y olvidada por toda la Corporación Municipal.

La discapacidad debe estar presente en la política, porque es la herramienta que facilita o no el verdadero cambio de una sociedad.

Desde Contigo Somos Democracia de El Puerto de Santa María estamos trabajando la mirada transversal de accesibilidad universal, pues sólo así se podrá defender desde la buena política, los derechos fundamentales, con la convicción firme y permanente de mejorar la vida de las personas con diversidad funcional, teniendo presente que la discapacidad debe estar presente en la acción política de todos los temas fundamentales, desde educación, empleo, vivienda, pasando por turismo accesible, sanidad, etc. Sólo así la palabra discapacidad terminaría desapareciendo de nuestro vocabulario y hablaríamos de personas con capacidades diferentes en igualdad de condiciones.

Virginia Gómez Lebrón
Responsable de Asociaciones de Contigo El Puerto de Santa María

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