De los temas más comentados últimamente en el Ayuntamiento es el de las reuniones de coordinación que está manteniendo el Alcalde con las distintas áreas municipales. Reuniones que vienen a durar cinco o seis horas en las que se repasan con la máxima autoridad los temas que lleva cada servicio.
Por lo que he oído del personal, el sentimiento general es positivo y viene a resumirse en que "se le ve con ganas", y que De La Encina lleva las reuniones bien preparadas y estructuradas.
Es fundamental que un Alcalde sea líder, y que esté informado pormenorizadamente de los asuntos municipales y por desgracia, no ha sido así en nuestro ayuntamiento en todos los casos. No hay nada más desesperanzador para una concejal que comentarle un tema importante al alcalde, y que te diga "¿a mí que me cuentas?".
En el caso de un tripartito es más importante si cabe el saber de las concejalías que gobiernan los otros, ya que cualquier partido aspira a gobernar solo y con mayoría, por lo que no se le puede perder el pulso al día a día de las concejalías en las que no se tiene un concejal del partido.
Y para tomar las decisiones hay que conocer el asunto, y si se tienen nociones técnicas, mejor que si se es lego en la materia. El ser buena gente no debería bastar para dirigir un municipio.
De La Encina tiene una tarea difícil, gobernar a tres no es cómodo, y tras los años de crisis menos, pero es importante que un político ponga todos los esfuerzos por su parte. El trabajo hace maestro.
Parece que De La Encina está sabiendo aprovechar su momento. Mientras, el PP está a por uvas.
Es cierto que el descrédito a nivel nacional no ayuda, pero una alcaldía no se gana en el año previo a unas elecciones. Se gana trabajando con la gente, con los portuenses, por mejorar las cosas, y que en ese trabajo diario el ciudadano perciba en el político verdadera inquietud por los temas y no simple interés electoral.
Algunos deberían empezar a despertar ya de su letargo.
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