Pese a que la Madrugada comenzó condicionada por el suceso registrado en un bar de Plaza Esteve, justo cuando salía de San Francisco la procesión del Señor de la Vía Crucis, nada ha alterado el excelente desarrollo de una noche marcada por el buen tiempo y una masiva afluencia de público, deseoso de disfrutar, por primera vez en varios años, de una madrugada al completo, que comenzó en un abarrotado barrio de San Miguel para recibir al Señor del Santo Crucifijo.
Un ambiente que se trasladó asimismo a las puertas de los templos desde donde procesionarían poco después las demás hermandades de esta apasionante y memorable jornada cofrade, ya fuera desde San Francisco, la capilla de la Yedra, San Juan de Letrán o la Merced.
Por cierto, que tanto el público asistente a San Francisco, como desde las redes sociales, se elogió el comportamiento del cortejo de la cofradía del Señor de la Vía Crucis, pese a encontrarse en su salida con el suceso registrado justo frente a su Iglesia Conventual, que tuvo lugar después de la salida del paso de misterio y poco antes de que lo hiciera el palio de María Santísima de la Esperanza.
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