Un jurado popular juzgará a finales de año o comienzos del próximo el crimen de Raquel Barrera, la última víctima de la violencia machista en Jerez después de morir apuñalada presuntamente a manos de su marido José A. C. en la madrugada del pasado 6 de abril. Por esta razón, y en cumplimiento del artículo 25 de la Ley del Jurado, ayer las distintas partes comparecieron en el Juzgado de Violencia de Género para concretar la imputación. Una vista a la que también acudió el acusado, como contempla la normativa, aunque no tuvo que declarar.
Además del ministerio fiscal, y la defensa, ejercida por el letrado Alfredo Velloso, ayer se personó también el abogado de la acusación particular, Antonio Barrera, en representación de los padres de Raquel, que ha solicitado las pruebas testificales de las dos parejas que cenaron con la mujer fallecida y su marido esa noche en la calle. Con sus testimonios, el abogado espera aclarar si horas antes de los hechos ocurridos en el domicilio conyugal percibieron algo raro en el comportamiento del imputado, los vieron discutir esa noche u otras circunstancias que puedan arrojar más datos a la investigación.
Si bien en la vista de ayer tendrían que haberse concretado las imputaciones, de momento el fiscal está a la espera del informe forense realizado a partir de la autopsia de la víctima para comprobar la trayectoria de la puñalada mortal recibida en el corazón y ver así si hubo síntomas de defensa.
También aguarda el resultado de varias analíticas realizadas al acusado para comprobar si estaba bajo los efectos del alcohol, si bien los primeros análisis descartaron que hubiera consumido sustancias estupefacientes esa noche. En función de dichos informes, el ministerio calificará los hechos como asesinato, que es lo más probable, o de homicidio con el agravante de parentesco.
Las partes también están pendientes de que tomar declaración al imputado, que salvo las indicaciones que dio al 092 dando aviso de que su mujer estaba malherida, no ha podido hablar de cómo ocurrieron los hechos debido a su estado de shock.
La acusación particular, por su parte, además de interesar la comparecencia de los cuatro amigos de la pareja, a los que se citará en breve, se adhirió también a las peticiones del fiscal.
El imputado sigue ausente
Aunque el acusado tuvo que estar ayer presente en la comparecencia, no declaró. De hecho, el marido de la fallecida aún no ha podido narrar ni siquiera a su abogado cómo ocurrieron los hechos por su estado de aturdimiento.
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