Los patronatos y organismos autónomos del Ayuntamiento de Jaén, como de otros consistorios, al igual que las delegaciones territoriales y otros muchos organismos administrativos, no son más que la foto fija de una situación económico y política de una etapa reciente de nuestro país, un pesebre en muchos casos de empleo público nacido al calor de la bonanza económica que hoy es, en muchos casos, un lastre. Hablar de la desaparición de las diputaciones manteniendo la actual estructura de duplicidades de competencias es demagógico, cuando menos. Son muchas veces las que se ha hablado de las competencias impropias que asumen los ayuntamientos y como consecuencia de ello el Gobierno central legisló en plena crisis para acabar con patronatos y organismos autónomos deficitarios, pero, la medida se ha convertido en un brindis al sol, en una declaración de intenciones que no se ha estudiado en profundidad, porque muchas de esas competencias deberían de tenerlas los ayuntamientos, con la financiación correspondiente. Sin embargo, el resultado es una estructura gigantesca, sin financiación y que no es efectiva, y lo que hace falta es una nueva descentralización y mayor autonomía financiera en lo local.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
