Los últimos episodios de denuncias de asociaciones, vecinos, incluso hosteleros, sobre la proliferación cada vez más común de ratas en la ciudad, trascienden ya a una zona concreta o a un barrio en particular. Todo hace indicar que las exiguas campañas de desratización que se han llevado a cabo en los últimos años han dado como resultado que los roedores campen a sus anchas a lo largo de toda la capital. Si a eso le sumamos el incivismo constante de la mayoría de los vecinos de Jaén, que aprovechan cualquier lugar y hora para dejar sus bolsas de basura, la suma es el resultado que ahora tenemos. Sin embargo, más allá de la imagen que se da, debe estar la salud y ahí es cuando ya debería estar más que preocupado el Ayuntamiento, ya que algunos hosteleros denuncian que las ratas se meten en los establecimientos si la puerta está abierta. Hay que poner remedio por tanto a esta plaga y aquí no cabe escatimar en gastos porque estamos hablando de cosas muy serias. No se trata solo de explicar si se han realizado campañas o no, si han sido más agresivas o menos, se trata de dar solución a un problema muy serio que no puede ir a más, ya que las consecuencias pueden ser muy nocivas. Que se actúe y que se haga, por tanto, lo antes posible.
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