Jaén ya tiene programación para la feria de San Lucas, diez días, del 8 al 18 de octubre en los que el Ayuntamiento, a través de su Patronato de Cultura, ha incrementado el presupuesto en 20.000 euros, alcanzando este año la cifra de 100.000. Sigue sin estar a la altura de una capital de provincia, pero es de agradecer que al menos, ante la situación que atraviesa el Consistorio, se haya realizado ese esfuerzo. Sin embargo, sigue faltando alguna actividad que destaque por encima de la amplia programación que se ha realizado y que sirva como motor y como elemento de marketing para atraer a visitantes y para dar el salto de calidad que merece una capital de provincia. Vuelve a echarse en falta algún concierto de primer nivel, así como la vuelta de El Lagarto, que esperemos que no caiga en manos privadas, ya que supondría el final de uno de los concursos más prestigiosos de bandas de todo el país, una marca que lleva el sello del Ayuntamiento y de Jaén y que nunca debería perder la esencia que lo hizo grande: el concurso nacional, del que han salido algunos de los mejores grupos de pop-rock que ha habido en este país. En definitiva, otro San Lucas voluntarioso pero con poca chispa y una clara carencia de ideas y de capacidad de atraer inversión privada.
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