Comienza a gestarse la idea que el concejal de Urbanismo, Javier Márquez, tiene para darle un giro de 180 grados al casco histórico de Jaén. Ya lo anunció en una entrevista en VIVA JAÉN hace unos meses, en la que enfatizó la necesidad de inyectar vida a una zona en abandono perpetuo desde antes incluso que recuerden los mayores. El eterno problema de los solares que salpican todo el casco histórico, y el incívico comportamiento de muchos vecinos que no dudan en usarlo como estercolero o basurero, podría tener los días (perdón, años) contados con la iniciativa de Márquez. La idea sería, tal y como sucede en otras ciudades y países, convertir esos solares en improvisadas zonas ajardinadas y de ocio, que albergaran algún tipo de establecimiento hostelero y actividades culturales. En principio debería faltarle tiempo a los jienenses para firmar, pero cuatro años de gestión y promesas, registros y anuncios velados a los propietarios, son una mala carta de presentación que pesa, sobre todo en dos aspectos: los trámites administrativos y la inversión. No olvidemos que tenemos precedentes tan sangrantes como el de quitar los cristales de las farolas del casco antiguo porque no se pueden reponer. Que no hay dinero, vamos. En cualquier caso, bienvenida sea la iniciativa, ésta y cualquiera que contribuya a dignificar el casco histórico de Jaén, porque ya es hora de echarle cuentas.
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