Mira que hay que ser cerrado de mollera y cortito de vista. Otra cosa no explica la cerrazón del alcalde y sus aún socios para poner todo de su parte (menos el dinero que va a costar su decisión, claro) para que no se construya un aparcamiento subterráneo en la Plaza de Toros.
Ya sé que se sumaron a los pancarta´s boys para sumar algunos votos y que, ahora, se tienen que comer, como sea, su promesa electoral (que ya bastante tienen con tener que ver construirse el de Pozos Dulces, ruptura del tripartito incluida).
El problema es que ese “como sea” tiene un altísimo coste que no van a pagar quienes han tomado la decisión contraria a la aprobada años atrás. Que digo yo que ese tipo de consecuencias de las decisiones revocatorias deberían ser sufragadas por quienes tomen esas decisiones.
Que todo tiene que tener unas consecuencias y no que ahora todos los portuenses, tienen que abrir la cartera para pagar la indemnización (veremos aún si no va a ser mucho mayor) a la empresa adjudicataria.
El proyecto contemplaba un dinero de fondos europeos a devolver con la gestión de los aparcamientos para la construcción de dos aparcamientos en dos zonas vitales para la revitalización de la ciudad, sin que el Ayuntamiento tuviera, a priori, que soltar un euro. Ahora, gracias a esta maravillosa gestión, tendremos un solo aparcamiento por el precio de dos, pero costándole al Ayuntamiento cerca de medio millón de euros (dejémoslo en que no va a aumentar esa cantidad, que está por ver).
Desde aquí me sumo a la iniciativa que leí a una buena amiga en Facebook de crear una plataforma proparking para medir realmente el pulso ciudadano y que los portuenses que sí queremos ver avanzar la ciudad podamos reclamar esas infraestructuras. Lo mismo más de uno en el Gobierno local se sorprende de cuántos apoyos suma el sí.
Ninguna ciudad que haya prosperado en los últimos años no tiene una red de aparcamientos subterráneos que rodee el centro histórico y cuyos principales atractivos no sean zonas útiles y bellas para el ciudadano y no solares para que aparquen coches.
Pero en El Puerto, los del progreso, ven mucho mejor un solar con coches que su buen y estético parque junto al principal monumento de la ciudad y comienzo de uno de los polos comerciales. Ellos deberían pagar el coste de su decisión.
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