En Granada y Toledo, puede que en otros lugares de nuestra geografía, la jornada previa a la festividad del Corpus es la de la conocida Tarasca. Se trata, como sabe, de la escenificación de una leyenda en la que un dragón fue amansado por las oraciones de Santa Marta, sin embargo no pudo evitar que la bestia fuera acribillada a lanzadas por los habitantes de Tarascón cuando lo vieron entrar en el pueblo atado con la faja de la santa, porque temían que siguiera comiendo humanos.
Las interpretaciones las encontramos cliqueando sobre la página elegida en la pantalla, al igual que la leyenda, sin embargo es difícil asociar el hecho a la festividad del Corpus Christi a no ser por el contrapunto pagano de la fiesta religiosa. Tratándose de un ser mitológico, el citado fondo pagano de su historia se extravía al entrar en escena las oraciones de Santa Marta. Con Tarasca o sin ella, ya sea jueves o domingo el día de Corpus es solemne, brillante y familiar.
A lo largo de los años, en nuestra Isla lo hemos visto evolucionar. El primer cambio fue la fecha, terrible para el escolar que soñaba con el puente del jueves al domingo. Luego, el abandono de la costumbre de estrenar los zapatitos blancos y más tarde la pérdida de la redolina, el barquillero y la arropía.
Esta tarde, el paso con la Custodia discurrirá de nuevo por nuestra Isla.
La festividad de Corpus Christi siempre ha marcado la llegada del verano y lo poco que queda para disfrutar las vacaciones. Mientras tanto los niños disfrutan otra vez del traje de su Comunión, las señoras se ponen las mantillas claras y los abuelitos evocan, con mayor distancia, las fatigas de los marineros que escoltaban el recorrido del paso por toda la calle Real, las uvas naturales –no contrahechas como las de ahora, apostillan-, la rigurosidad en el horario de la recogida y el desfile posterior que llegaba hasta pasar la Alameda.
Este año el Corpus acorta su itinerario por las obras del Ayuntamiento y este cambio no ha sido indiferente a la voz popular que lo encuentra muy complicado. Su publicación en los medios llegó a los pocos isleños que lo ignoraban, porque hacía días que se venía transmitiendo vía oral. De inmediato surgieron los comentarios críticos. Cierto es que el recorrido resulta sorprendente, extraordinario y preocupante, porque si intimida la subida por la calle General Serrano, la bajada por San Diego asusta.
La voz popular que de todo participa y todo lo comenta indicó la reflexión sobre un itinerario alternativo donde este desfile brillara según el carácter representativo que tiene. Con todo respeto y aceptando la decisión de quienes así lo acordaron, convenimos en que esta procesión no es igual a las que desfilan en Semana Santa, que tanto fervor popular suscitan especialmente en sus barrios.
Las marchas de Corpus son alegres porque el día está lleno de luz, la calle se llena de gente que empieza a broncearse y el olor amargo del romero todo lo inunda. Y es que el Corpus de La Isla es especial. Lo dijo un anciano al ver la preocupación de su contertulio por este cambio circunstancial. Da igual, concluyó, la custodia saldrá casi sola pero se recogerá acompañada y cuando entre en la iglesia el asunto del itinerario ya será historia. El otro asintió y juntos pusieron rumbo a la Gran Vía.
Disfrutemos esta tarde.
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