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Congresillo, visillo y malaje

Vírgenes de romería, atracos de primera comunión, congresillos de quita y pon, carreras urbanas sin ganas, ejecuciones al alba delante de casa, sones de soul...

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Vírgenes de romería, atracos de primera comunión, congresillos de quita y pon, carreras urbanas sin ganas, ejecuciones al alba delante de casa, sones de soul y  rhythm and blues entre olivares, apologistas de las fuerzas armadas y de la secesión catalana, chusma que saca brillo a la patria y corruptos que cada domingo –el pálpito del púlpito- dan lecciones de moralidad para acallar los gritos de su conciencia. Últimos partidos de la temporada. Lo visual se funde, y desparrama, en este escrito de lunes de mayo, vísperas de junio.
Tras el inapelable designio emanado de las primarias del PSOE, no queda otra que rendirse a la evidencia: el 39 Congreso Federal, del 16 al 18 de junio, formalizará la cesión de todo el control orgánico, sin cortapisa alguna de Ferraz a las Cortes, al reelegido líder, Pedro Sánchez. Todo el poder para el jefe. La contundencia de los resultados impone la sumisión de los barones  –dioses de barro- y la reclusión forzosa de Susana Díaz en su cuartel de invierno de San Telmo. Para la elección de delegados se impuso el acuerdo previo entre los dos bandos a través de la fórmula de la lista única. No se trasladó fielmente la proporcionalidad del 21 de mayo en el voto de la militancia, pero la revancha para los sanchistas estaba servida. Los vencedores, como siempre, tienen derecho a reescribir la Historia. La ponencia marco impulsada por la gestora que analizaba las dos últimas elecciones generales, sentenciando que los dos peores resultados electorales del PSOE fueron cosechados precisamente por Pedro Sánchez, se corrige: Pedro Sánchez evitó el sorpasso, Podemos e IU unidos perdieron un millón de votos y los socialistas incluso incrementaron unas décimas su respaldo. Es más, para el sanchismo la victoria de Susana Díaz en Andalucía en las últimas autonómicas, volviendo a ser la primera fuerza, no frenó la sangría: 2,1 millones con Chaves en 2008, 1,5 millones con Griñán en 2012 y apenas 1,4 millones con ella en 2015.


El congresillo del sábado en Ifeja estuvo precocinado, por más que Paco Reyes criticara en las horas previas los acuerdos de “mesa camilla”.  Los sanchistas lograron en las primarias en Jaén en torno al 28 por ciento de respaldo mientras que en la lista única solo se llevaron 5 (donde no podían faltar los dos miembros más visibles del sanchismo jienense, Valeriano Bermúdez y Alfredo Catalán)  de los 34 delegados que corresponden a la provincia, algo menos del 15 por ciento, aunque en los preliminares entre semana en el centenar de agrupaciones locales todavía fuera peor: apenas el 10 por ciento de los 309 delegados que asistieron al congresillo eran sanchistas. La integración, pues, no parte de la generosidad sino del tacticismo más pragmático. Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, coordinador de comunicación en la campaña de Pedro Sánchez, y Francisco Toscano, alcalde Dos Hermanas, forman parte de la lista de Sevilla que encabeza Susana Díaz. 4 pedristas entre los 22 delegados elegidos en el congresillo del PSOE de Córdoba. Solo en Huelva no se guardaron las formas y, ante la falta de acuerdo, el oficialismo se hizo con 17 de los 18 compromisarios.


Así, la próxima ejecutiva de Pedro Sánchez no tendrá cuotas territoriales ni quintacolumnistas. A cambio, en pos de una paz impostada, en el anticipado congreso regional del PSOE-A del 30 y 31 de julio, Susana tiene el camino expedito hacia la reelección, como ocurrirá un par de meses después con Paco Reyes en el provincial de Jaén. La amenaza sanchista de extrapolar el sistema de primarias a cualquier elección interna de secretario general socialista se aplaza sine die. ¿Imaginan que para revalidar el cargo en la provincia Paco Reyes tuviera que someterse a unas primarias donde el voto de cada militante pesara igual?  Por lo demás, comoquiera que Susana pretende agotar la legislatura, en Sevilla recobra vigencia el runrún sobre una cercana remodelación del Gobierno andaluz. ¿La hora, de nuevo, de Paco Reyes? ¿Nada que ver con lo que pudo ser, y no fue, antes del infarto? La salud, eventuales infortunios al margen, es lo primero. Gafada parece, por cierto, la delegación provincial de Economía y Empleo. A la imputación de Manuel Gabriel Pérez sucedieron las detenciones de opereta y telediario (que precedieron a sus dimisiones) de Irene Sabalete y Antonio de la Torre, y hace justo una semana el accidente de tráfico y posterior hospitalización de su actual titular, la valdepeñera María de la Paz del Moral. Pronto restablecimiento. De sus antecesores recientes solo se libró del malaje Ana Cobo, hoy día delegada del Gobierno, y eso que se rompió un brazo la pasada navidad patinando sobre hielo. Toda suerte de sortilegios, deseemos, que ahuyenten el mal fario de ese despacho maldito.

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