Tan singular e irrepetible como cualquiera, desde la primera hoja de lunes que emborroné en este periódico, no me puse otra meta que desentrañar lo que sucede en la política cercana y contarlo con absoluta sinceridad/normalidad. Por eso, para qué nos vamos a andar con rodeos, propios del compadreo vomitivo que preside históricamente la relación entre el poder y la prensa: el proceso electoral previo a las elecciones andaluzas y locales, al que asistimos en estos días, no tiene nada de extraordinario y responde a los mismos automatismos de siempre. Ni siquiera Podemos, en el ámbito más próximo e inmediato, modifica sustancialmente el guion establecido, situando su techo en Andalucía donde lo colocó su referente/antecedente reconocido y antisistema, Julio Anguita.
Susana Díaz será la monda lironda de la regeneración democrática del PSOE federal, pero en el mejor de los supuestos manejados demoscópicamente en la región repetiría los resultados de su mentor, José Antonio Griñán, por quien nadie de puertas adentro daba un duro hace tres años. Lo que demuestra que en Andalucía, por eso no se ha conocido otro partido al frente del Gobierno autonómico, nadie posee una estructura e imbricación periféricas en la ruralidad como el SOE. Y si en 2012 Zapatero fue el lastre que elevó las expectativas del PP-A, Rajoy será ahora el que las resitúe –al rescate del soldado Bonilla- a la zaga de ese socialismo de nuevo cuño generacional que representa Díaz Pacheco y que tiene en provincias como Jaén un baluarte inextinguible de empatía. El ´5-5-1’ de 2012 podría pasar a ser ‘6-4-1’ el 22 de marzo venidero si nos atenemos, sin ir más lejos, a la ‘invención de voto’ (lo de cambiar ‘intención’ por ‘invención’ a estas alturas de la sociología política ni chirría en exceso ni suena a gazapo) reflejada por una encuesta publicada ayer, domingo, por la cabecera filial del Grupo Joly en Jaén.
En la propuesta oficial de la ejecutiva provincial socialista de lista parlamentaria autonómica ‘cremallera’, validada -una a una- por las distintas agrupaciones locales, y que deberá refrendarse mañana, repite Micaela Navarro en cabeza, seguida del cada día más influyente Antonio de la Torre, Ángeles Férriz o Elena Víboras de ‘3’ o ‘5’, Jacinto Viedma o José Latorre de ‘4’ o ‘6’, Natividad Redondo de ‘7’ y, posiblemente, por qué no, el mismísimo Paco Reyes de ‘8’, por las variables combinatorias que pudieran desprenderse de los resultados electorales de marzo y mayo. Mientras, el PP anuncia que Miguel Ángel García Anguita irá de ‘1’ a las Cinco Llagas, pese a que su legítima aspiración de prejubilado de la política fuese el Senado. Mero cambio de cromos. Así, Miguel Contreras queda predestinado para Diputación, en cuyo parquin viene disfrutando ya de plaza de aparcamiento estable durante el presente mandato. Del resto, hasta completar el quinteto de arriba, por mor de la paridad, nadie descarta a la ‘hijísima’ Amelia Palacios ni a la tosiriana Maribel Lozano –compleja continuidad al frente de la alcaldía de Torredonjimeno-, al tiempo que la linarense Angeles Isac se autodescarta, a José Antonio Miranda –de buena gana- el aparato de San Clemente lo aparta, Catalina García y Javier Calvente estarían encantados de seguir con acta, y una retahíla de meritorios –asida a la alharaca orgánica- se postula: Jesús Estrella, Mar Dávila, Antonio Martínez, Miguel Moreno… Incógnitas que se despejarán, por imperativo legal, en el corto espacio de una semana. Ojo al parche.
Simplemente, Manolo
Comoquiera que la convocatoria anticipada de elecciones andaluzas trastoca todos los planes apriorísticos y hojas de ruta, el galimatías de listas electorales ya es un hecho. La candidatura municipal en la ciudad de Jaén del PSOE de Manolo Fernández Palomino constituye, a todos los efectos, un propósito conciliatorio de enmienda con respecto a la cainita manera de dirimir las diferencias que se estila en la agrupación única. Fernández Palomino, de perdido al río, cuando nadie le arrienda las ganancias, logra armonizar una integración que no renuncia a históricos del compromiso desencantado como Rafa Latorre o Manolo García Lázaro, a marimorenistas de antaño del tipo Mar Shaw y María Luisa Gómez, el verso suelto ‘reacomodado’ Matilde Cruz, sin renunciar a la coherencia que supone situar en puestos de salida a parte de sus incondicionales: Mercedes Gámez, Maribel Lorite, Carlos Alberca, Francisco Estepa o, siquiera sea de suplente, Pilar Cáceres, entre otros. El frustrado fichaje de un ‘3’ independiente forzó la inclusión de un tapado de lujo para futuros retos y encomiendas, Julio Millán, en tanto que sorprendió la desaparición de un superviviente como José Manuel Colmenero.
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