En román paladino

El obispo y todos los otros casos

El obispo emérito de Cádiz es un ángel entre demonios

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Resulta que el anterior obispo de Cádiz –y de Ceuta- escribió una carta al consejero de Empleo de la Junta de Andalucía pidiéndole ayuda para resolver la situación de un geriátrico del Obispado que atravesaba dificultades económicas y sociales. ¡Cómo se le ocurrió al obispo pedir ayuda a la Administración! Aquel seis de octubre de 2008 el obispo dijo misa bien temprano, rezó como siempre, desayunó y se dirigió a su oficina episcopal a despachar  la correspondencia pendiente y,  entre otras,  la carta que le habían preparado sus servicios económicos sobre el geriátrico y…. ¡firmó! Antonio Ceballos Atienza –el obispo- ahora ha sido acusado de tráfico de influencias por solicitar amablemente por carta una ayuda sociolaboral a la Junta, y la Guardia Civil –“Viva España, Viva el Rey, viva el Orden y la Ley”, que dice su himno -  decide dar el paso de la acusación   por el agravante de  un final del escrito del obispo que es como el cuerpo del delito: “En espera de que, como ha sido siempre, podamos colaborar en esta importante tarea sociolaboral, reciba un atento y cordial saludo”. 

El obispo, nacido en Alcalá la Real, de Jaén-  ya está retirado y vive en una  Residencia de las Hermanitas de los Pobres de la capital jienense, donde comparte vida con el resto de personas mayores. “Aquí me siento como uno más. Es un lugar donde puedo seguir sirviendo a la Iglesia”, dijo Antonio Ceballos al entrar en la residencia, mostrando su júbilo por su nueva vida. Las varas de medir son siempre un barómetro interesante.

En un país donde se puso en marcha la “Operación Cataluña” para utilizar los servicios secretos, con procedimientos ilegales,  en detrimento de personas independentistas pero españoles – a su pesar-  con todos los derechos y donde ya se habla de una “Operación Andalucía”, dirigida igualmente a buscar,  en el lenguaje de Trump, verdades alternativas, es decir, mentiras para desacreditar todo lo que fuera necesario para conseguir el poder a cualquier precio y donde se ha constatado cómo el ministro de Justicia interfiere fervientemente  a favor de su partido, en contacto  con las fiscalías que interesan por casos de su partido, para dulcificar o enterrar los temas, y todos los interesados –incluido el ministro Fernández Díaz- duermen en su residencia habitual, sin acusaciones pendientes, el obispo es un ángel entre demonios. 

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