En román paladino

¡A disfrutar de lo votado!

El PSOE-A ha asumido papel protagonista como responsable de que gobierne el presidente del PP, Mariano Rajoy

Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai

Siete puntos pierde  el PSOE  en las últimas encuestas de estas dos semanas. Pero esto no ha hecho más que empezar. En el horizonte se vislumbra  la continuación de la pugna interna. La más notoria es la que previsiblemente se va a producir con el Partido Socialista de Cataluña (PSC) al que se quiere desvincular del PSOE si no se aviene a lo acordado por el último Comité Federal, en la que ellos participaron.   Doctores tiene el PSOE para hacer la cirugía que estime conveniente pero era una afirmación incontestable hasta ahora que  sin unos buenos resultados electorales en Andalucía y Cataluña el PSOE no podía gobernar España. 

Es evidente que el resquebrajado panorama electoral catalán ha provocado el surgimiento de nuevas fuerzas políticas que han arrebatado al PSC su anterior potencia. Pero, destruir sus relaciones bruscamente con el PSOE,  ¿fortalecerá en algo al PSOE? Y en Andalucía no cabe duda de que el papel protagonista en la ruptura del PSOE de los dirigentes socialistas liderados por Susana Díaz los ha hecho responsables muy directos, a los ojos de la opinión pública y de los afiliados, de que gobierne el presidente del PP, Mariano Rajoy. ¿Tendrá ese papel rupturista repercusión en el electorado andaluz?

Los efectos colaterales se veían venir. Tan convencidos estaban de sus postulados  los otrora valientes “barones” que ni Ximo Puig, ni Javier Lamban, ni Emiliano García-Page dijeron esta boca es mía  en nombre del País Valenciano, Aragón o Castilla-La Mancha  en el cónclave socialista. Llegaron al poder con los votos de Podemos y no quisieron irritar a sus promotores. Eso se llama tirar la piedra y esconder la mano, que tiene un nombre muy claro pero inconveniente de escribir. No se librarán de la ingobernabilidad y quizá un día de elecciones anticipadas en sus territorios…para que gane el PP, porque se lo han puesto en bandeja.
Los que impidieron un gobierno socialista en cada anterior legislatura – en la primera, Podemos, en la segunda, Ciudadanos – con la inestimable ayuda de las líneas rojas intencionadas de los “barones”, tienen su parte alícuota del fracaso de no haber dado un recambio a un partido inundado de casos de corrupción y recortes.  Muchos esfuerzos tendrán que afrontar los que sitúan a Rajoy en la presidencia del Gobierno para quejarse de sus políticas y para presentarse como oposición al PP. 

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN