Interés general

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Me contaba un amigo el otro día, que habían detenido a un hombre por una deuda de unos 1.500 € y que estaba en prisión, a pesar de haber sido declarado insolvente en sentencia judicial. A mí me pareció absurdo e increíble, pero viendo lo incomprensible de algunas actuaciones judiciales, ya uno se puede esperar cualquier cosa de los jueces. ¿Cómo es posible que se esté juzgando al juez Silva, que llevó a la cárcel por una gestión calificada como delictiva y responsable del caso de las participaciones preferentes, al banquero amigo que Aznar puso al frente de Caja Madrid, Miguel Blesa, mientras los responsables del saqueo de entidades financieras a través de maniobras bancarias, están en la calle tranquilamente? ¿y recordamos lo que pasó con el Juez Garzón por investigar la trama de corrupción de la Gürtel que salpica a importantes dirigentes del PP? ¿y qué está pasando con el caso Urdangarín? Es indignante ver como el poder del dinero puede generar impunidad en un país que su Constitución define como "democrático de derecho". No existe igualdad cuando un hombre puede ir a la cárcel por una deuda de 1.500 €, mientras que los responsables de miles de estafas a jubilados y pequeños ahorradores, de miles de desahucios, así como del rescate al sistema financiero con miles de millones de euros de dinero público, se pasean en lujosos coches y viven en grandes mansiones. La corrupción de cuello blanco está erosionando la confianza ciudadana en las instituciones por el silencio del gobierno y la “desconcertante” acción de la justicia. ¿Qué podemos esperar de un gobierno, cuyo presidente es acusado por su ex tesorero de conocer y permitir la financiación con dinero negro proveniente de adjudicaciones públicas a empresas donantes de sustanciosas comisiones a la caja B de su partido? La corrupción es uno de los mayores enemigos de la democracia y tan corrupto es el que da como el que recibe. La pobreza ética y moral de algunas personas, que habiendo alcanzado puestos de alta responsabilidad pública, priman el interés de sus amigos, frente al interés general, daña la credibilidad en las instituciones. Hay gente que se deja impresionar por los títulos y los trajes caros de empresarios o políticos, sin fijarse que detrás de esa fachada hay grandes estafadores y ladrones sin escrúpulos. Las normas y las leyes son las que pueden poner coto a los especuladores, corruptos y los amigos del pelotazo, por eso en Europa hay que tener unos europarlamentarios que no primen los intereses de sus socios o amigos en empresas privadas, cuyos intereses son opuestos al interés general.  Las maniobras de ingeniería financiera para salvar a los malos gestores del dinero ajeno con nuestros impuestos y a costa de recortar nuestra sanidad, educación o pensiones, son los resultados de unas políticas neoliberales que ha puesto en marcha el Gobierno y que de paso ha recortado derechos laborales y salarios. Después de más de 2 años de gobierno del PP, tenemos más paro, más pobreza, menos derechos y algunos jueces sentados en el banquillo. El interés general ha dado paso al interés particular de unos pocos privilegiados y la única forma de dar la vuelta a la situación es volver a las políticas sociales y que en el pasado han hecho avanzar el Estado del Bienestar y mejorar la vida de la ciudadanía.

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