Dr. Antonio Monclova Bohórquez
Casi todos hemos oído hablar en algún momento o hemos visto en alguna parte a un famosísimo científico que siempre va en silla de ruedas y habla mediante un sintetizador de voz. Nos han dicho que es uno de los hombres más sabios del Mundo y que sus descubrimientos están entre los que más han influido en el avance científico, sobre todo en cuanto al Cosmos. Pues bien, ese hombre ha muerto el miércoles a los 76 años de edad en la ciudad de Cambridge.
Pero realmente, ¿cuantos de nosotros teníamos claro por qué Stephen Hawking ha sido la estrella más brillante del firmamento científico y ha inspirando a millones de personas?
Por desgracia hay que responder que muy pocos. Veamos brevemente por qué una cantidad tan enorme de personas de todo el Mundo asumieron la importancia de las ideas de Hawking, sin comprenderlas en absoluto o lo que es aún peor sin tener la más mínima noción de cuales son.
Hawking aportó varias de sus principales contribuciones científicas a lo largo de la década de los años ochenta.
Entre ellas destaca la que se conoce como teoría de la inflación cósmica, según la cual el Universo en sus inicios pasó por un período de expansión tremenda.
Partiendo de esa teoría, Hawking fue uno de los primeros en mostrar que gracias a la inflación cósmica las pequeñas variaciones en la distribución de la materia (las denominas fluctuaciones cuánticas) podrían haber dado lugar a la expansión de las galaxias en el Universo. Lo más interesante de esta propuesta es que dentro de esas pequeñas ondas de expansión se encuentra la simiente de las estrellas y los planetas tal como los conocemos.
El origen de todo. Algún científico ha calificado a la idea anterior como una de las más bellas de la historia de la ciencia, por la forma tan elegante y aparentemente simple en como explica un fenómeno tan complejo e inabarcable como el origen del Universo.
Por ello el público quedó cautivado cuando Hawking publicó su idea en el libro Una breve historia del tiempo, que desde 1988 ha vendido 10 millones de copias en 40 idiomas, pasando al Libro Guinness de los Récords por estar 237 semanas en la lista de los más vendidos. En realidad fue un fenómeno mediático. Este tipo de fenómenos está más extendido de lo que creemos y afecta a todas las parcelas del conocimiento, especialmente a la Ciencia.
Tendemos a confiar ciegamente en la certeza de los conocimientos científicos difundidos por los medios. La cuestión no es que sean falsos, sino que sin siquiera comprenderlos, los asumimos, los compartimos e incluso llegamos a presumir de su conocimiento. Obviamente es imposible que alguien sin la necesaria formación pueda comprender en profundidad la mayor parte del conocimiento científico, por eso al exitoso libro de Hawking se le ha llegado a definir como “el mejor libro no leído en la historia”.
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