Todos los días aplicamos los sentidos de los que disponemos para el desarrollo de nuestros quehaceres con mayor o menor acierto, sin embargo, además de los sentidos corporales, existe el llamado “sentido común” que muchos no sabemos desarrollar y nos llevan al fracaso.
Este es el caso del Gobierno catalán al querer ejecutar un movimiento independiente sin contar con los pilares básicos para cualquier tipo de empresa, negocio, asociación y que viene definido por tres palabras clave para su desarrollo: idea, personas y financiación.
La idea ya hemos visto que ha sido descabellada porque, pretender ser una república separada del resto del territorio español saltándose la Constitución, les ha llevado a sufrir las consecuencias que todos conocemos.
En cuanto a las personas, hemos comprobado que no pueden ser más ineptas al reconocer ahora públicamente que no estaban preparados para emprender una aventura semejante, pero el daño ya está hecho y el ideólogo instigador de este laberinto, Artur Mas, es el que debe ser señalado por el pueblo catalán como el culpable de tanta desgracia.
Aseguraba en sus discursos que, siendo un estado independiente, serían recibidos en Europa con los brazos abiertos y que las empresas y bancos harían colas para instalarse en Cataluña… y ya ven: les han dado un puñetazo en las narices y el éxodo de empresas y bancos ya va por 2500.
De la función de la financiación poco tengo que decir, solo preguntar de dónde iban a sacar el dinero para pagar las pensiones, la sanidad, la educación, etcétera.
Conclusión: estos no son más que unos tipejos con muchísimos aires de grandeza y, como Boabdil, estarán llorando hasta el final de sus días al no saberse comportar como hombres de Estado.
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