Con motivo de las fiestas navideñas son muchos los comercios en toda España que, para aumentar las ventas, sortean entre sus clientes desde cruceros, estancias en hoteles, hasta lotes de productos propios del establecimiento, sin tener en cuenta el dinero invertido en la compra; es una forma generosa de alegrar la vida a los afortunados.
En el colmo de la desfachatez, la empresa cordobesa Albacor Industria del Mar S.L. con sede en Castro del Río, sortea entre sus clientes un puesto de trabajo durante 3 meses y los gastos fijos de su vivienda durante un año, y digo la desfachatez, la frivolidad a la que someten al consumidor que para poder adquirir un número para el sorteo debe gastar, al menos 12 euros, en algunos de los productos congelados, pescado y marisco en la tienda abierta al público.
En la papeleta figura una cifra de 5 números que debe coincidir con el premio gordo del sorteo del 22 de diciembre 2014. ¿Se imaginan la cantidad de parados que están llegando al reclamo de dicho puesto de trabajo y de tantos ocupados que piensan en el amigo o familiar?
He estado haciendo cuentas: en el supuesto de que consigan colocar el 80 por ciento de los boletos, los beneficios obtenidos serían sorprendentes. Porque ochenta mil números de los cien mil de que constan las series, a doce euros cada una, suponen una venta de novecientos sesenta mil euros, con un beneficio mínimo de trescientos mil euros frente al coste que puede suponer el premio de, como máximo, seis mil euros.
Aprovecharse de la desgracia ajena es una canallada y, como pongo en el encabezamiento, esto es un engañabobos.
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