Hoy comienzan las vacaciones de verano para el grueso de la política nacional, aunque bien pensado… alguno está de vacaciones todo el año o casi. He tenido la tentación de escribir sobre lo que toda la prensa de nuestro país lleva en sus páginas con grandes titulares, acerca del Honorable Pujol y de cómo nos ha decepcionado -no sólo a catalanes sino a todos los españoles-, así que voy a hablar de los chinos.
Actualmente, cerca de 100.000 chinos viajan a España, donde se da la circunstancia de que dentro de la Unión Europea somos los que más población china tiene y, posiblemente, dentro de unos años se llegue a triplicar esa cifra. Demos la bienvenida al gigante asiático para que invierta.
Hasta ahora España estaba sirviendo de trampolín a las grandes empresas chinas para saltar a Latinoamérica o para analizar el mercado europeo, sin embargo las cosas están cambiando. La labor llevada a cabo por nuestro gobierno, a través de los responsables de Comercio, empieza a dar frutos, y los chinos están invirtiendo en energía, turismo y sector alimentario a la cabeza de sus preferencias, aunque también les gusta invertir en el sector inmobiliario propiciado por los bajos precios y la obsesión con la propiedad.
Comparado con otros países europeos, España está en novena posición respecto a la inversión que se recibe de China. Sirva de ejemplo la adquisición de Campofrío, la compra del veinticinco por ciento de hoteles NH -que tiene presencia en toda Europa-, el edificio España en Madrid, adquirido al Banco de Santander y, más recientemente en El Puerto, la entrada en Osborne con un 20 por ciento.
Además hay varias firmas instaladas en España entre la que destaca el Bank of China en Madrid y Barcelona. Esperamos que nos ayuden a salir de la crisis aunque nos tengamos que estirar la comisura de los ojos.
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