El Ayuntamiento ha hecho público que en los 20 primeros días de funcionamiento del dispositivo especial habilitado para combatir el intrusismo, las conductas irregulares y los cobros abusivos en el sector del taxi y en el que participan 20 policías han sido inspeccionados 87 vehículos, distribuidos de la siguiente manera: dos taxis de Sevilla capital, 46 de otros municipios de la provincia, 20 coches de alquiler y 18 automóviles de propietarios particulares.
Llama poderosísimamente la atención que 20 agentes sólo hayan inspeccionados 87 vehículos en 20 días. Estos números reflejan que un policía local controla de media tan sólo un automóvil cada 4,5 días en números redondos.
Otro dato que no deja de pasar inadvertido es el escasísimo número de taxis de la ciudad escrutados por los agentes: tan sólo dos en ese periodo citado. Dicho de otro modo, a los taxistas de Sevilla capital sólo se les aplican el 2,29% del total de las inspecciones realizadas hasta la fecha, frente al 23%, que han estado dedicadas a los coches de alquiler; el 20,6%, a los vehículos privados y el 53%, destinadas a los taxistas de otros municipios sevillanos.
A este ritmo de vigilar a tan sólo el 0,1% de los taxistas de la ciudad, que son parte del conflicto que el delegado de Movilidad niega que exista en el sector del taxi, el equipo especial de Cabrera tardará 20.000 días (54 años) en controlar a todos y cada uno de los existentes en Sevilla.
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