La Consejería de Cultura ha incoado un expediente sancionador a la empresa del Mercer, hotel de cinco estrellas gran lujo, por la destrucción de patrimonio durante el proceso de reforma de una antigua casa palacio de la calle Castelar para uso hotelero.
Los informes de los técnicos de Cultura son concluyentes al repecto. Mientras en su publicidad oficial la empresa alardea de apostar por la conservación y la puesta en relieve del patrimonio y la cultura de los edificios de todos sus hoteles de lujo, en la práctica y entre otras actuaciones ha demolido la cubierta, alterado fuentes y ejecutado cambios que no estaban previstos en el proyecto aprobado y para los que sólo después de ejecutado ha pedido su legalización mediante un reformado.
Dados los elevadísimos precios imperantes en el hotel de gran lujo, le bastará con la recaudación que logre en menos de un mes para satisfacer sin problemas la posible multa de Cultura, con lo que la destrucción del patrimonio sale rentable mientras el establecimiento siga abierto. Para colmo, aparecen como responsables de las obras los reputados arquitectos locales Cruz y Ortiz, multipremiados y reconocidos internacionalmente por su exquisita reforma del Rijksmuseum de Amsterdam. Se ve que el nivel de exigencia en Holanda es muy superior al de Sevilla, donde la conservación de nuestro patrimonio no importa ni a los más insignes arquitectos sevillanos.
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