Acoso escolar: "Mi hija ha sufrido y yo no me he dado cuenta"

Es la realidad, 4 de cada 10 niños sufren acoso escolar, y es una situación tremenda para el acosado y su familia

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Es la realidad, 4 de cada 10 niños sufren acoso escolar, y es una situación tremenda para el acosado y su familia, nuestra ciudad no está fuera de esta estadística y también hay casos de acoso escolar. Hemos conocido el caso de una menor de 13 años, alumna del colegio Santa María Nuestra señora, conocido como “El Carmen” y que ha sufrido acoso durante más de 8 años, sin embargo no fue hasta el año pasado, cuando fue detectado.

Mª Carmen Rivero, la madre de la victima nos explica qué se siente al descubrir  que tu hija sufre acoso escolar: “es un problema muy serio, no sabes por donde tirar, no sabes lo que hacer, es angustia lo que se siente”.

Así nos lo cuenta esta madre que junto a su hija está en tratamiento psicológico para superar el acoso y nos relata que fue en una charla de prevención de acoso cuando su hija “se abre” y cuenta que lo sufre desde los 5 años.

Según nos cuenta la madre, “Inma tenía un mote y la aislaban en el recreo, no querían saber nada de ella, tu no eres del grupo y fuera”.

Sin embargo, la niña no contaba nada, ni se quejaba, en casa tenía actitud normal respecto a la familia y respecto al colegio. Fue a raíz de darse cuenta de su problema y contarlo, cuando está somatizando todo lo que le ha sucedido,  todo “lo que guardaba en silencio”.

Con esta situación el sentimiento de culpabilidad, habitual en casos de acoso escolar, es mucho. A este respecto dice la mamá: “la culpa siempre la tengo, mi hija ha estado sufriendo y yo no me he dado cuenta y yo creo que no se me quitará”.

La madre se muestra contenta con la actuación del centro respecto a la protección hacía su hija y la puesta en marcha del protocolo ante casos de acoso escolar, pero se queja de que con respecto a los acosadores “no se ha hecho absolutamente nada”.

Según explica Mª Carmen, lo que tiene su hija es “miedo insuperable, pánico lo que siente a la hora de ir al colegio” y es el motivo por el que solicita el cambio de centro educativo de cara al próximo curso. Porque si bien es cierto, que afortunadamente el acoso ha cesado, las secuelas prosiguen.

Aún ante esta situación, según la ecijana, “lo están poniendo muy difícil, desde educación me dicen que el tema de acoso escolar no es suficiente para un cambio de centro”, porque el problema es que no hay plazas libres.

La niña actualmente esta yendo a clase, eso sí, obligada, subraya la progenitora y siendo consciente de que queda poco de curso y tiene que acabarlo. Aunque la familia lo tiene claro, si el cambio no se realiza, la niña no ira a clase el próximo curso, “el ver a mi hija sufrir y psicológicamente mal y llorando no lo vamos a aguantar más”. Por eso, va a tomar todas las medidas necesarias.

Otro punto que sorprende a la familia es la “indiferencia” con la que actúa el resto de compañeros y de padres y madres del centro ante la situación y dice que es duro toparse con la familia de los acosadores y los propios acosadores, pero nunca ha hablado con ellos y se guarda la rabia “se sostiene por el bien de la niña”, indica. Además es una de las recomendaciones principales de las asociaciones de prevención del acoso, nunca hablar con la familia de los acosadores.

“Mi hija no es mi hija”, el acoso sufrido por parte de sus compañeros, según la madre está afectado al rendimiento escolar y  la personalidad de la niña ha cambiado. Sin embargo, es optimista, y explica que su hija se ha liberado a raíz del tratamiento, ahora todo es un poco más fácil. Cree que la niña “llegará a superarlo, aunque va a acostar mucho trabajo”.

Afirma haber sentido vergüenza ante “el que dirán”, pero a pesar de ello “no hay porque callar, hay que contarlo y la vergüenza sería no poder ayudar a tu hija” y concluye con un claro mensaje a las familias que sufran acoso “que hablen, que luchen que no se callen”.

El acoso escolar

Rafael Romero, director del Instituto Andaluz para la Prevención del Acoso Escolar, nos ha explicado que el acoso escolar ocurre en todos los sectores educativos, los públicos, privados o concertados y hace referencia a la definición de acoso escolar.

Este se define por parte de la Consejería de Educación de la  Junta de Andalucía como “toda conducta que suponga agresión física, verbal o psicológica contra un menor de edad de forma reiterada en el tiempo”. Sin embargo, el problema a juicio de la entidad es que, se añade una coletilla que dice: “no debemos confundir acosos escolar con situaciones esporádicas y no continúas que no suponga inferioridad de uno de los participantes”, esta coletilla es subjetiva y según nos explica el colectivo, queda a criterio del director del centro y sirve casi siempre de escudo para el colegio niegue el acosos escolar.

Y es que según nos cuenta la asociación, la última palabra la tiene el director/a del centro. Y este es el hándicap, porque según resume, los centros escolares, los profesores y los directores no quieren enfrentarse a las familias de los acosadores.

Según subraya el colectivo de prevención, el protocolo está claro. En primer lugar se pide al director/a que solvente el problema dentro de su plan de convivencia. A partir de ahí existen decretos para primaria y secundaria que recoge las sanciones estipuladas contra el acosador.

El problema reitera el presidente de la entidad es que “nunca se admite que haya acoso, porque se tendría que poner en marcha el protocolo y tomar medidas contra el acosador y existe miedo a los papás de los acosadores”. En cualquier caso, añade, que es responsabilidad del centro lo que sucede dentro del mismo.

El silencio como escudo

El silencio es el gran escudo del acoso escolar, explica Romero, “los niños no tienen las herramientas suficientes para manejar la situación” y esto se da según no explica porque se tiende a minimizar estas situaciones en el entorno familiar, con frases como: “si ten insultan no eches cuenta”, “no te metas en pelea” etc…y este es el resquicio que usa el acosador con el niño acosado, considerándolo como victima potencial. Esto no significa que haya que decir a los niños que devuelvan los insultos, o la situación, porque sino el problema se acrecienta, se trata de  que tengan las herramientas correctas y sepa como actuar.

Los niños nunca quieren ser “un problema para los padres ni para nadie y por eso no lo cuenta”. Es normal que lo somaticen con el tiempo y  comiencen con situaciones como “hacerse caca, pipí, no querer ir al centro o no comer” y entonces es cuando se dan cuenta del problema, pero cuando esto pasa el problema puede venir de años atrás.

La comunicación es la única herramienta de detención precoz, hablar y contar las cosas a los hijos para que los hijos cuenten las suyas, es la baza a favor de la prevención.

Según el Instituto de prevención, no existe un perfil de víctima de acoso ni de acosador. En el caso del acosado es un problema de actitud que le hace a ojos del acosador ser su víctima.

Tampoco existe un perfil de acosador, pero sí un protocolo de actuación del acosador, “querer hacerse notar y tener el respeto de los demás y normalmente con una actitud agresiva” y el éxito lo tiene casi asegurado, porque habitualmente “se le ríe la gracia por parte del resto”, porque es más fácil eso que ponerse de parte de la víctima.

Estos espectadores son “cooperadores necesarios” para el acoso, a juicio de Rafael Romero.

Por otra parte, “si el profesor no detecta y no sabe identificar no vale para esto”, sentencian desde la asociación.

Entidades como esta, atienden a las familias y forman a los padres para dar las herramientas necesarias a los hijos y que estos puedan resolver los problemas. También trabajan con los centros educativos a través de un protocolo de prevención de acoso escolar para incluirlo dentro de su plan de convivencia.

Además se ofrecen como mediadores para solventar los casos de acoso trabajando con acosador, acosado y espectadores, además de formando al personal necesario.

Respecto al caso de Écija la asociación, que lo sigue de primera mano, destaca la buena predisposición del centro y buena actuación con respecto a la acosada, pero se quejan de que “no se ha tomado medidas contra los acosadores” y por tanto no se ha cumplido el protocolo de manera completa.

La asociación se pone a disposición de quien la necesite en el número 955300093

El centro

Precisamente el centro “El Carmen”, donde cursa sus estudios la niña acosada, ha sido pionero en toda Andalucía en intentar poner en marcha el plan de prevención de acoso escolar.

Respecto al caso en cuestión el centro afirman que actuaron conforme al protocolo en estos casos y ofreciendo protección a la menor, se mantuvieron charlas con los alumnos y mostraron su implicación con entidades como el Instituto Andaluz para la Prevención del Acosos Escolar. Además se ha hecho un seguimiento del caso, tanto es así que afirma el director del centro Agustín Martín, que se ha logrado erradicar la situación de acoso.

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